El efecto Lumière


El 28 de Diciembre de 1895, en el Salon Indien Du Grand Café, en Paris, los hermanos Auguste y Louis Lumière presentaron lo que sería el germen de lo que hoy conocemos como "cine". Mostrando una serie de grabaciones de contenido dispar y sumamente anodinas, existe una leyenda que pasó a los anales de la historia por la, por aquel entonces, ridícula reacción de la gente allí presente: "La llegada del tren" mostraba, ni más ni menos, un tren acercándose hacia los incautos espectadores, que al no poder concebir aún el cine como tal, salieron corriendo aterrorizados del recinto.

No sabemos cuánto hay de cierto y de falso en esa leyenda, da exactamente igual; ésta nos sirve como analogía perfecta para entender lo que ocurre a día de hoy en la industria del videojuego, entender a los que parecen atacar el mundillo desde la más absoluta ignorancia, y entender nuestro papel, el de los jugones, dentro de la gran y millonaria maquinaria que día a día se engrasa con un ejército de juegos que parecen desafiar, en muchos casos, la paciencia de los más reaccionarios.

El tren de la discordia

Recapitulemos. Todos somos conscientes de que el mundo del videojuego tiene enemigos declarados, muchos de ellos casi esperpénticos y de dudosa credibilidad, como el letrado Jack Thompson, y otros que sin hacer tanto ruido, se han ganado multitud de dedicatorías en varios medios del sector, como nuestra amada Paloma Pedrero, columnista de la razón, muy segura de sus palabras a pesar de haber mancillado el sentido común más básico al que puede aspirar el ser humano. Ha habido casos más graves que los anteriormente citados, aquellos que ven al videojuego como principal incitador al mal (o chivo expiatorio), responsabilizándolo de auténticas masacres que, siendo honestos, no tienen ninguna justificación. Todos nos hemos sentido atacados por estas afirmaciones, incluso ofendidos, asqueados y enfadados, pero por el amor de Dios, y os juro que no me pienso arrepentir de ello, yo entiendo a esta gente. Sí, habéis leído bien: los entiendo.

Si antes he hablado del cine no lo he hecho por capricho. El cine es un medio de ocio infinitamente más veterano que el videojuego, pero los parecidos son más que razonables en ambos formatos. El cine fue una revolución de lo "audiovisual"; lo que empezó siendo como una mera evolución técnica de la fotografía, casi un concepto al que los propios hermanos Lumière "no vieron ningún futuro", tuvo que pasar por fases en las que se ganó tanto defensores como detractores, y del mismo modo, su maduración supuso no sólo alcanzar metas increíbles (el uso del color o el 3D de nuestros días), sino también ofrecer contenido de todo tipo, tocando extremos que en un primer momento serían vapuleados por la opinión pública, pero que a día de hoy, y dado que hemos llegado a un punto de permisividad satisfactorio, no presentan ninguna amenaza; el cine es cine, y como tal, se puede permitir el lujo de hacernos sentir mal con imágenes duras, escabrosas o de irrefenable crítica política o ideológica. El efecto Lumière ya no existe en el cine, lo entendemos y estamos curados de espanto. Bien.

Con este último párrafo entenderéis por dónde quiero ir. El videojuego debe aspirar a lo mismo que el propio cine, y digo aspirar cuando debería afirmar que todo esto que os estoy relatando será una realidad dentro de algunos años. No es sencillo, como os he advertido antes, ha tenido que pasar mucho tiempo hasta que el cine ha logrado llegar a un punto de indiferencia del que ya no existe marcha atrás. Pero además de tiempo y dinero (a fin de cuentas, un negocio lucrativo "legal" que mueva grandes cantidades de dinero interesa que siga adelante), también ha sido necesario el trabajo y apoyo de todos aquellos que defendieron en su día al cine como medio de entretenimiento legítimo y de grandes posibilidades, tanto los que estaban directamente relacionados con el mundillo como los simples seguidores o "fans".

Es por ello que os advierto: somos afortunados, estamos viviendo el nacimiento de un formato de ocio, el videojuego, que dentro de muchos años se ganará el apelativo de arte y que pasará a formar parte de nuestra cultura universal, pero parafraseando a Spider-Man "un gran poder conlleva una gran responsabilidad", y en nuestra mano está que todo esto se cumpla con la máxima celeridad posible. No es un objetivo que puedan acometer los desarrolladores en solitario, debemos ser los usuarios los que pongamos el resto, los que creemos una cultura del videojuego que pueda ser observada por los demás sin miedo, hostilidad, indiferencia o desgana. Es tan importante que Kratos le arrance la cabeza a Helios en God of War 3, como que aquí, un servidor, escriba un artículo relacionado con el mundillo. Todos somos, por tanto, la industria del videojuego. Es una responsabilidad conjunta.

Por ello os digo que entiendo el efecto Lumière aplicado al mundo del videojuego. Es un medio nuevo, muy nuevo, terroríficamente joven, y que aún no tiene el beneplácito de aquellos que, sencillamente, no lo entienden y ven en ello una amenaza real. Jack Thompson y Paloma Pedrero, la actividad censora de un país como Australia así como la doble moral de cadenas como Antena 3 (que un día te promocionan descaradamente un juego para que al día siguiente lo equiparen con la figura del Anticristo), no son más que simples mortales corriendo por su vida al ver un tren que se acerca a toda prisa hacia su posición, y reaccionan con miedo. No saben, no entienden, y es nuestro cometido hacerles ver la realidad de todo este apasionante mundo, y lo conseguiremos, no tengáis la más mínima duda. Dentro de algunos años no nos llevaremos las manos a la cabeza al leer ciertas cosas, por la sencilla razón de que no existirán tales textos/noticias...¿Por qué? porque el videojuego ya formará parte de nosotros. Queramos o no. Nos guste o no nos guste. Eso ya dará igual. Prometido.

 Llegará el día en que ésto no genere ninguna polémica

6 comentarios:

Mumaguso dijo...

Cierto es que esta época está siendo difícil para los videojuegos, pero afortunadamente y gracias a obras que trascienden del mero machaca-botones o dispara-a-todo-lo-que-se-mueva tales como los Metal Gear Solid, las obras de Fumito Ueda o el mismo Heavy Rain es algo evidente que, como tú dices, se dará el día en el que los videojuegos sean parte en su totalidad del acervo cultural. Ahora bien, y yo me pregunto, ¿supondrá eso un descenso de la calidad o una masificación de éstos para satisfacer a un público que nada más se preocupa por devorar modas, exprimirles hasta el último jugo, y dejarlas abandonadas para pasar a la siguiente?

En ese sentido le tengo miedo al futuro de los videojuegos.

PD: Tal vez me equivoque yo, pero ¿no es esa frase que atribuyes a Spiderman de su tío Ben?
PD2: Lamento joder con esto, pero vapulear es con v.
Como ya digo, genial artículo y mejor estreno, espero más opiniones tuyas, David.

Bonoman dijo...

Corregido, gracias por avisar Mumaguso.

Sobre lo de Spider-Man me refería a la peli en general, no al personaje concreto que lo decía.

Sobre tu otra pregunta...No creo que la cosa cambie demasiado de aquí a unos años en cuanto a calidad y cantidad; seguirá habiendo juegos de autor, juegos comerciales, chorrocientasmil secuelas y títulos descaradamente casual. No debemos tener miedo.

Raff Wylde dijo...

Grandísimo artículo del señor Bonoman. Un tema peliagudo que daría para mucho. La censura en todo tipo de arte siempre ha estado presente. Dicen que el hombre suele temer todo aquello que no conoce. Y como tal, la mayoría de aquellos que critican al videojuego lo hacen desde el desconocimiento más profundo. Igual que hay películas para niños y otras para adultos, pues también hay videojuegos más indicados para niños y otros que sólo deberían jugar los mayores de edad. Lo que pasa es que la violencia se tolera mejor en una película que un videojuego. Y eso puede ser porque el cine está considerado como un arte pero desgraciadamente el videojuego aún no ha llegado a alcanzar ese status. Tan importantes son las obras bucólicas de Ueda como la violencia de Kratos. Ambas son formas de expresión, distintas (pero igual de válidas) maneras de contar historias.
En cuanto a lo Spiderman, efectivamente la frase fue acuñada por el tío Ben, pero en el momento que "el viejuno la palma" acompañará a Peter Parker para siempre en su carrera contra el crimen. En cierto modo, Spidey la hace suya.

Saludos!

Mumaguso dijo...

Ojalá sea como dices, Bonoman.
Este artículo me ha hecho pensar sobre un tema que podría ser interesante, mañana después de un examenq ue tengo cogeré papel y un boligrafo y a ver qué sale.

En otro orden de cosas, como tú dices, dentro de unos años podremos presumir y seremos los más guays del asilo por haber jugado a MGS, God of War, Gears of War,... cuando salieron, es un futuro tentador xDDDD

Angus dijo...

Desgraciadamente la demonización de las artes siempre estará presente en los medios de comunicación, que disponen de un poder infinito para manipular a la masa social, que acata y obedece sin rechistar los mandamientos de la televisión. Las acusaciones a los videojuegos, al cine, a la música, la literatura, no es más que una hipócrita manera de no reconocer los errores propios, de asimilar la falta de educación y limitarse a culpar a otro de los defectos que la sociedad, a lo largo del tiempo, ha hecho suyos. Siempre es más fácil culpabilizar a tu compañero de pupitre que reconocer tu parte de participación en el daño.

Boraj dijo...

Ciertamente aquñi hay debate apra rato. Vamos a ver...El cine y lso videojuegos son una creaci´no original por parte de uno o varios autores. LA libertad a la hora de crear es la base de todo arte. Nunca y repito NUNCA se debe censurar, prohibir ni dudar de algo creativo y artístico.
Un artículo muy bueno Bonoman, MUY bueno.

Muy buena la analogía del cine y los videojuegos.

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