Jugar...Literalmente


“No hay en el mundo fortuna mayor, creo, que la incapacidad de la mente humana para relacionar entre sí todo lo que hay en ella. Vivimos en una isla de plácida ignorancia, rodeados por los negros mares de lo infinito, y no es nuestro destino emprender largos viajes”

Howard Philip Lovecraft

La lectura es uno de los mayores placeres conocidos por el hombre. Desde dejarse llevar de la mano de Julio Verne cuando uno es un pipiolo ávido de aventuras, hasta dejarse arrastrar por los más sucios relatos de Charles Bukowsky en la madurez, es algo que nos hace humanos y nos enriquece como tales. Jugar a videojuegos por el contrario es considerado como una costumbre contraria a una higiene correcta social y cultural como individuo, al que no hace sino enclaustrarle en mundos fantasiosos alejados de la realidad. Curiosamente en la obra de Michael Ende, La Historia Interminable Bastian, el niño protagonista, era acusado de huidizo y antisocial esgrimiendo los mismos motivos, cuando él creía estar salvando el Reino de Fantasía. Bastian era atrapado por el libro, de tal manera, que se introducía dentro del mismo, como en alguna ocasión, algún universo pixelado ha conseguido hacer con nosotros. Videojuegos y literatura no se encuentran tan alejados, ambos requieren una implicación especial por parte del interlocutor. Así pues, existen videojuegos que rezuman literatura por los cuatro costados, en este artículo, desgranaremos algunos de ellos.


Cuando pensamos en desarrolladoras capaces de crear mundos enteros y de enriquecerlos hasta tal punto que sus universos sean capaces de eclipsar al resto de apartados, pensamos en Bioware. Tanto Dragon´s Age como Mass Effect son dos universos creados prácticamente de la nada, únicamente bebiendo de la cultura popular, tanto en literatura fantástica como ciencia ficción. Cuando uno juega a Dragon´s Age ve a Tolkien, a George RR Martin, e incluso a Walter Scott. Cuando dirigimos a nuestro héroe por las tierras de Ferelden, podemos imaginar a las cabezas pensantes del estudio canadiense, empapándose de literatura fantástica y adaptándolo al estilo Bioware, transformando lo conocido en un nuevo concepto, aún así, sin perder ni un solo matiz de epicidad. Asimov habría disfrutado descubriendo los entresijos del Consejo, Philip K. Dick se habría enamorado de Tali, y HG Wells habría leído todo lo que cayese en sus manos acerca de los proteanos. Con los juegos de Bioware tenemos la sensación de estar ante una “novela gráfica”, por la abrumadora cantidad de matices de ambos universos, que resultarían inabarcables para el séptimo arte, y que sólo podrían ser descritos mediante la palabra escrita. Para echar más leña al fuego, nos encontramos con que ambos universos llenan páginas y páginas de idiosincrasia fantástico-interestelar, para quienes sigan ansiando conocimiento.

 Los empleados peor pagados de Bioware

Lovecraft, el maldito tarado de Lovecraft, ¿Quién le iba a decir al pobre difunto, que iba a crear un género videojueguil? Sin este americano aficionado a las cavernas y a las invocaciones demoníacas (no, nadie va a hablar de Final Fantasy XIII), traumatizado por la estricta disciplina de su madre, aficionada a llamarle feo y fracasado, no habríamos tenido survival horror. Alone in the Dark nos regaló tensión, haciéndonos encarnar a Edward Carnby, el detective arquetípico de los relatos lovecraftianos, enfrentándose en solitario a fuerzas desconocidas y abrumadoras, que superan en número y fuerza al pobre Eddie. El concepto de la mansión, la necesidad de utilizar el ingenio para poder seguir vivo, aunque sea por unas horas, el Necronomicon(*)…Litros y litros de tinta de HP Lovecraft empapan al abuelo de lo que conocemos como survival horror, es la literatura quien vuelve a inspirar a los escultores de píxeles hasta el punto de dar lugar al nacimiento de un nuevo género. Aunque serían Bethesda en 2005 quienes con Call of Cthulu, rindieran completo homenaje al escritor de Rhode Island. Call of Cthulu es una aventura en primera persona en la que vivimos el descenso hacia la locura de Jack Walters, detective que termina con sus huesos en la inquietante Innsmouth para toparse con la caterva de demonios y primigenios salidos de la cabeza de Lovecraft. Un alarde de ambientación, una historia poderosamente torturadora y un juego no apto para estómagos sensibles, toda una experiencia lovecraftiana.

Si Cthulu se entera de lo que pasó después de esta portada...

Mil años olvidados, mil años marcando los huesos de un hombre que no envejece, pero que olvida. Un hombre embarcado en una odisea perdida, nacida de la mente del maestro Hironobu Sakaguchi. Kaim Argonar recuerda fragmentos de su vida, ténues recuerdos narrados por deliciosos relatos cortos, cada vez que algo le permite destapar las esencias de su hipocampo y recordar quién era. Los relatos son escritos por Kiyoshi Shigematsu, narrados de un modo muy particular, en que la música y los FX envuelven al lector en un viaje que es algo más que una lectura. “Mil años de sueños” da a Lost Odyssey el principal motivo para ser jugado, convirtiéndolo en una de las mayores experiencias que se pueden vivir en Xbox 360.
Mil años de sueños ha sido editado en Japón,en Europa preferimos publicar el libro de Mario Conde

El próximo viernes sale a la venta Alan Wake, cuyo protagonista es un escritor, quien deberá recoger sus propios manuscritos, dándole cierto sentido a la demencial historia que está viviendo, la cual parece a priori haber sido arrancada de una novela de Stephen King. Habrá que esperar para saber si la obra de los fineses de Remedy realmente da un correcto enfoque desde el punto de vista literario. A priori los argumentos presentados hasta el momento son una cuidada ambientación y montañas de material complementario que van desde la novela que acompaña la edición coleccionista, hasta la serie Bright Falls, disponible en la web oficial y en Xbox Live. ¿Podrán Sam Lake y compañía, estar a la altura de Stephen King o de un guión de David Lynch?



(*) Hay quien aún hoy cree que el Necronomicón existe, cuando fue otro fruto más de la podrida maravillosa mente de Lovecraft

3 comentarios:

Mumaguso dijo...

Interesante.
Yo siempre he defendido que Mass Effect tiene una ambientación de un nivel perfectamente comparable al KOTOR, juego con el que es muy comparado, y es mucho decir; es más, los considero a ambos algo más que un juego, como leí por ahí, un metajuego, aunque sin llegar al nivel de los mundos persistentes de los MMOs, cuidan todo detalle y eso es lo que los hace grandes.

Al igual que Heavy Rain o Alan Wake, estos requieren de implicación por parte del jugador como si de un libro se tratase, y aunque esto no sea siempre apetecible (a veces conectas un shooter y te pones a matar, o pones un Burnout y comienzas a conducir cual loco porque no quieres jugar tan profundamente) es muy reconfortante.

Totalmente contigo, Vitote.

DaDy dijo...

Tengo que reconocer no ser tan "usuario" de la lectura como lo soy de los videojuegos o el cine, pero estaba leyendo tu referncia a "mil años de sueños" y me ha entrado un escalofrío... Bueno por supuesto... Un dulce recuerdo de esas historias tan peculiarmente contadas y en mi caso, el único motivo para seguir con Lost Odissey, que lo tengo aparcado en la estantería desde hace meses...

El Hombre Sin Nombre dijo...

Simplemente soberbio, aunque he de decirte que para un aficionado a la lectura como soy yo podría haber dado mucho más de sí. Partiendo desde la ya tan manida comparación de “1984” con Half Life 2, la cierta relación de G-Man con el misterioso personaje de “Los tres estigmas de Palmer Eldritch”, así como la influencia de "Neuromante" en Deux Ex (la cual se ve directamente en el mod Dystopia).Ciertamente sería curioso ver que opinan los escritores de esas novelas, de esas comparaciones entre literatura-videojuego que se hacen.

En cualquier un grandísimo trabajo Vitote, se ve que le estas cogiendo el pulso. A ver si tengo tiempo de nuevo y empiezo a escribir de nuevo, que tengo en la recamara cosas curiosas que quiero que leáis xD

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