Retro-Análisis: Castlevania The Adventure para Game Boy

Uno de los juegos que recuerdo con más cariño de Game Boy es "Castlevania: The Adventure". Un título que pese a no ser de los mejores de la portátil, en cuanto a nivel gráfico se refiere, tenía un encanto especial que lo hacía muy divertido de jugar y en mi caso, siempre volvía a meter el cartucho en mi consola una y otra vez. Hoy día aún echo alguna que otra partida a este juego de Konami que salió en 1989 y del cual paso a contaros algunas cosillas.

El protagonista de este capítulo de la saga es Christoper Belmont, uno de los descendientes del famoso Clan matavampiros Belmont. Poniéndonos en la piel de este personaje, tendremos que llegar hasta los dominios del Conde Drácula para conseguir entrar en su castillo y acabar con el mal que asola de nuevo nuestras tierras con el despertar de del señor vampírico.

Así, si queremos llegar vivos al final de esta aventura deberemos recorrer cuatro niveles plagados de diferentes enemigos como ojos gigantes, engendros demoníacos y demás fauna de similar calaña, a través de diferentes escenarios de bosques tenebrosos, lúgubres cuevas, oscures cementerios, y, como no podía  ser de otra manera, castillos y pasadizos. Tenemos un límite de tiempo para completar un nivel ya que de lo contrario, perderemos una valiosa vida. Por supuesto, tendremos los corazones clásicos de la saga que en esta ocasión nos permitirán rellenar la barra vital.

Si queremos sobrevivir a los ataques de seres malignos que harán todo lo posible para impedirnos alcanzar nuestro objetivo final, deberemos recoger el máximo número de corazones posibles para restaurar así nuestra salud. Dispondremos de tres vidas, si las perdemos se acaba el juego. Nuestra única arma aquí será el látigo conocido como "vampire-killer" que puede ser mejorado de diferentes maneras como por ejemplo, transformándolo en una letal cadena.

Cada vez que un enemigo nos dañe, perderemos potencia en nuestra querida arma. A diferencia de otros juegos de esta famosa franquicia aquí no hay otro tipo de armamento que no sea nuestro látigo. Tampoco hay escaleras, elemento característico de otros Castlevania's, aquí nos encontramos con unas incomodos e irritantes cuerdas mediante las cuales accedemos a los diferentes niveles. Eso sí, por cada 10.000 puntos de experiencia, recibiremos una vida extra.

Los enemigos que nos encontramos en este Castlevania Adventure son los ya clásicos de la saga. Murciélagos que no dejan de incordiarnos, estatuas que escupen bolas de fuego, zombies putrefactos, espectros y un largo etcétera hasta llegar a encontrarnos con el mismísimo Príncipe de las Tinieblas.

Técnicamente podía estar mejor (los gráficos, por ejemplo) pero la esencia Castlevania que envuelve al juego suple cualquier carencia que pueda tener el  mismo como por ejemplo, y hablamos ya del plano jugable, la habilidad de salto del Christopher y el movimiento de golpear con el látigo, que no está tan bien realizado como me gustaría, y te deja vendido en algunas ocasiones frente a los enemigos. La música, sin duda es de lo mejorcito del juego. Una vez más, nos encontramos con incréibles melodías salidas de la pequeña portátil de Nintendo.

ME GUSTA


*Tiene algo que engancha, pasa el tiempo y sigue conservando su encanto. Es divertido.
*La música.

NO ME GUSTA

*Los movimientos del protagonista. Técnicamente es muy mejorable, sobre todo en cuanto a gráficos y animaciones.
*Las cuerdas en lugar de las escaleras que se pueden ver en otros títulos de esta franquicia.

CONCLUSIONES


Quizá no sea el mejor Castlevania del mundo pero si que me dejó recuerdos imborrables y buenos momentos de diversión portátil  mientras eliminaba a seres de ultratumba pixelados. Además ahora que recientemente los chicos de Mercury Steam nos han traido un fenomenal "Lords Of Shadow" no está mal que desenpolvemos nuestras viejas Game Boy's y le demos un repasito a un juego que, lo confieso, después de tanto tiempo sigo sin saber que demonios tiene que hace que lo ame tanto. Un SOLD! para este humilde redactor.