Reflexiones de un ave de corral: La estafa del control por movimiento

Hace unas semanas hablé en esta sección de Kinect y el impacto, más allá de los videojuegos, que está teniendo. Resulta curioso que para hablar del periférico definitivo, la maravilla que nos brindaría un nuevo modo de entender y disfrutar de los videojuegos, tuviese que fijarme en las diferentes utilidades y campos en que se está investigando esta tecnología. Nada que ver ni remotamente con videojuegos… da que pensar, verdad? Es cierto, y sigo pensándolo con más certidumbre, que hice alusión a que el periférico (Kinect) lleva poco tiempo en el mercado como forma de justificar su deficiente implementación en los videojuegos, pero seamos francos, cuando hacía esa afirmación no las tenía todas conmigo, una parte de mi pensaba que difícilmente pulirían el concepto control de movimiento y videojuegos. Pero en los últimos días hay algo que me ha hecho cambiar de opinión y me ha despejado cuantas dudas pudiera tener al respecto. Me refiero al nueva estrella rutilante en el cielo de Nintendo, Zelda Skyward Sword.

Pero antes que nada voy a hablaros de lo que para un servidor era, hasta hace muy poco tiempo, la estafa del control por movimiento.
Tu muevete como un tonto que ya me quedo yo tu pasta
Ni que decir tiene que si hay algo que ha marcado la actual generación es la tan traída innovación en el método de control. Comenzó Nintendo con su Cube reconvertida en Wii y un sistema de pilotaje muy especial. Que quereis que os diga, a mi me vendieron la moto a base de bien. Se me hizo el culo Pepsi cola solo de pensar en echarle el guante a Wii Sports, Red Steel o lo, por aquel entonces, nuevo de Zelda y sin asomo de duda en mi pequeño corazoncito, me hice con una máquina. Pero claro ahí no queda la cosa, luego vinieron Sony con su Move y Microsoft con Kinect para montarse al vagón del dinero fácil del “jugar moviéndose mola”. Pero ahí ya estaba escamado con el asunto y no piqué. A día de hoy solo he “sufrido en mis propias carnes” a Nintendo y su Wii. Pero todo no va a ser malo, y para ser justos he de decir que el balance total en cuanto a mi nivel de satisfacción es un tanto agridulce. En cuanto a juegos que realmente aprovechen, o sencillamente sean capaces de adaptarse al Wiimotion son pocos, pero “a toro pasado” creo que no me equivoco si digo que Wii tiene un catálogo más que decente de otros títulos que han abogado por un control más clásico y que hacen, de forma global, que su compra sea una buena elección. Ojo, sin olvidar que su sucesora está a la vuelta de la esquina y el futuro catálogo de juegos es inexistente, o lo que se puede decir en pocas palabras, que Wii está muerta.
Nintendo Wii Sport. Anuncio TV 

Pero volviendo al tema que nos ocupa no hay tantos juegos que hayan sabido explotar de forma imprescindible su sistema de control, de hecho solo el nuevo Zelda ha logrado transmitir lo que prometieron hasta la saciedad en los tiempos de su lanzamiento. Pensareis que soy un exagerado y que hay por ahí más de un título que ha sabido adaptarse a la blanquita de Nintendo a las mil maravillas, ¿pero acaso no se podría haber jugado a Super Mario Galaxy, a Xenoblade Chronicles, los diferentes Metroids, Monster Hunter 3 tri y tantos otros con un mando tradicional? Yo creo que sí. Puede que la fumada de Suda 51, No More Heroes, Madworld, el Zelda Twilight Princes o algún otro título hayan conseguido de forma más o menos correcta acoplarse al dueto Wii Motio Nunchuck pero el resultado siempre se mostraba de algún modo decepcionante. 
Es una delicia absoluta manejar a Link con el Wii Motion Plus
Han tenido que transcurrir cinco años, con depuración del sistema incluido (Wii Motion Plus) para que un juego realmente me haya hecho sentir parte de la aventura con mi forma de empuñar una espada, la precisión con que pego los tajos o disparo con un tirachinas y lo cómodo de moverme por los diferentes menús. Ojo, que cinco años no son cualquier cosa, y mucho menos en un mundillo que cambia semana a semana, pero para haber perdido completamente la fe en este tipo de artificios ha obrado en mi interior un sorprendente cambio. De la más completa indiferencia, ahora creo firmemente que periféricos como Kinect o Move pueden llegar a dar mucho. De hecho creo que pueden cambiar la forma en que interactuamos con los videojuegos. No con copias ramplonas y vitaminadas de Wii Sport ni chorradas por el estilo, me refiero al Skyrims de turno para interactuar activamente, conversaciones con NPC o mil cosas por el estilo. Probablemente no sea Kinect, incluso es posible que quien termine de cuadrar el círculo no sea Microsft, ni Sony ni Nintendo, pero si hay algo que ha conseguido Zelda es hacerme ver que todo requiere su tiempo y haciendo un símil con el desarrollo del hombre, mostrarme que el control por movimiento aún está en pañales y apenas ha comenzado a gatear. Me ha hecho ver que con el tiempo suficiente, con el amor de las cosas bien hechas y un buen apoyo detrás se pueden hacer cosas geniales, solo espero tener la paciencia para poder esperar y la calma interior para no mandarlos a todos al carajo en más de una ocasión. 

Las opiniones y desvaríos vertidos en este artículo son única y exclusivamente cosa del autor y no tienen porqué representar a El Complejo Lambda.

1 comentarios:

maximillo dijo...

muy buen articulo , como siempre , una pena que yo aun no haya probado el nuevo zelda :(

Publicar un comentario