3D... esa vieja conocida...



Romper la cuarta pared no es esto. La ilusión de atravesar esa ventanita que nos separa del mágico mundo de los videojuegos tenía hasta ahora otro sentido. Otro vector direccional. Se supone que éramos los jugadores los que debíamos entrar en el televisor, en el juego. Y sin embargo, y hasta la llegada de la realidad virtual (porque no dudéis que llegará), ha sido el videojuego quien ha roto la pantalla e invadido nuestros salones.
“Hello World, my name is 3D. Nice to meet you”.

Pocos son de momento los juegos que hacen uso de la nueva tecnología en consolas de sobremesa. Y de esos pocos, ningún parece acercarse realmente a lo que debería ser una buena implementación del efecto 3D. Está claro que el cine lleva en esto una gran ventaja, pero es sólo cuestión de tiempo, y estoy convencido de que será muy poco, para que la industria del videojuego explote como se merece la tecnología 3D. Si ya de momento, y aún reconociendo sus carencias, asombra el potencial y la espectacularidad de estas primerísimas iteraciones, pensar en lo que nos depara un futuro muy próximo hace que a uno le tiemblen las piernas.
Porque señoras y señores, si esto sale adelante supondrá un paso de gigante para el ocio electrónico. Un avance en la jugabilidad a la altura del que experimentó la industria cuando dejó atrás el corsé de los escenarios en dos dimensiones. 

Una nueva forma de ver los videojuegos empieza a abrirse camino
Hasta la fecha, servidor ha tenido el placer de disfrutar de juegos y demos con la capacidad de mostrarse en tres dimensiones como WipeOut, Stardust, Tumble, Motorstorm Pacific Rift, o Gran Turismo. No puedo sino elogiar la idea. Alucinar una y otra vez con este nuevo modo de ver los videojuegos. Vanagloriar la experiencia jugable que logran transmitir estos títulos, y aplaudir a los estudios primigenios que se han atrevido a implementar el invento para nuestras consolas.

Deseo fervientemente que esto triunfe. Deseo que sean cada día más los títulos que ofrezcan esta experiencia. Y deseo, por encima de todas las cosas, que el espíritu de superación de la industria multiplique exponencialmente la calidad de los futuros desarrollos. Porque una cosa tengo muy clara. Me ha emocionado tanto jugar de este modo, como me ha decepcionado el escaso provecho que se hace de esta nueva cualidad. Si este que escribe se dedicara al diseño de videojuegos, estaría enloquecido devanándose la sesera para aprovechar esta nueva característica en pos de jugabilidades que hasta hace nada eran totalmente impensables.

El cine sigue siendo insuperable en el aspecto 3D. ¿Por cuánto tiempo?
La nueva tecnología supone un universo nuevo de oportunidades para que esos artistas que actualmente sobreviven a la sombra de lo convencional asomen la cabeza y demuestren a la industria que se puede innovar no sólo en el diseño, sino también en la conectividad jugador-creativo. Sé que no viene al caso, pero escribiendo estas líneas me acuerdo una y otra vez de Echochrome II, esa sorpresa que a instancias de los gustos videojueguiles de cada uno, merece un aplauso por lo alto que apuntaron creativamente los artistas en su diseño. Espero que al menos sirva como ejemplo para ilustrar la idea que tan torpemente intento transmitir en estos párrafos.

Independientemente de la calidad de los desarrollos que hoy por hoy podemos encontrarnos en las tiendas, y a la espera de "Killzone3" como previsible primer gran exponente de esta tecnología en consolas, se critican a menudo las 3D como una nueva imposición comercial destinada a obligarnos a cambiar nuestros televisores. “El nuevo sacacuartos”, se le llama... o también se repite hasta la saciedad que es una tecnología a medias hasta la llegada de pantallas que no requieran el uso de gafas. ¿Y? ¿Acaso no hemos sufrido esto desde siempre? ¿Acaso el que esto sea verdad, se contrapone a las bondades del invento?

Todos los años tiramos un teléfono móvil, un reproductor de DVD, un pendrive, etc. Los más “peceros” saben que han de actualizar su equipo muy a menudo si quieren mover lo últimos lanzamientos con las características a un nivel decente. Con las televisiones está pasando lo mismo. Gracias a Dios, el ritmo de implantación de novedades te permite mantener una televisión durante bastantes años antes de que realmente sea necesario cambiarla por otra más actualizada.

En pocos años todos los hogares contaran con al menos una 3DTV
Si en su día compramos una TVHDREADY, la cambiamos a los siete años por una FULLHD,  y por el camino hemos invadido los vertederos de decodificadores TDT, decodificadores TDTHD, y demás zarandajas... Siempre bailando al son que toca las industria del ocio y entretenimiento, no podemos rasgarnos ahora las vestiduras porque nos quieran vender la moto con las teles 3D”.¿De verdad esto coge a alguien por sorpresa? Cada uno es muy libre de pasar por el aro ya mismo, o esperar y pasar por el aro cuando lo vea oportuno.

Es ley de vida, poco a poco, año a año, se asentará este nuevo modo de ver televisión y jugar videojuegos. Y cuando cada uno de nosotros tengamos que cambiar nuestro reproductor, sucumbiremos como corderitos. Ni siquiera nos plantearemos la compra de algo que no sea 3D. Y cualquier otra excusa que nos vayamos poniendo a día de hoy, no es otra cosa que eso... excusas baratas porque no podemos, o no queremos, por la razón que sea, cambiar de tele para disfrutar de la nueva sensación del momento.

Amigos míos... Las primeras partidas te dejan muy mareado. A mi en concreto se me puso una jaqueca de campeonato jugando al WipeOut. Algo que me sorprendió porque no me había sucedido en el cine. Entiendo que se trata de acostumbrarse al nuevo modo en que obligamos a nuestro cerebro a trabajar, porque una vez superada la primera sesión, la sensación de mareo no ha vuelto a asaltarme con ese o cualquier otro juego por más largo que haya sido el periodo  de exposición. En ese sentido, supongo que la sensibilidad de cada uno será distinta. Quien tenga la oportunidad en casa de un conocido de probarlo durante un tiempo prolongado, debería hacerlo antes. Incluso si, como es mi caso, no había experimentado molestias viendo una película así en el cine.

Gafas por aquí, gafas por allá... la excusa perfecta.
En cuanto a las gafas de marras, tan traídas a cualquier discusión acerca de este tema... ¡¡¡Si... la gafas molestan!!! Claro que si... Tanto como el Headset, el Move en una mano, el Subcontroller en la otra, o tanto como puede molestar el sentir implacable la mirada indiscreta de esa camarita que te enfoca en todo momento espiando cada uno de nuestro gestos. ¡Ya qué más nos da ponernos otro cacharro encima para jugar! El videojugador se ha convertido en el hombre orquesta del siglo XXI. Un T1000 a mi lado ya parece un inocente teleñeco. Seguro que alguna madre se lía a escobazos con su hijo pensando que se trata de un invasor alienígena cuando lo vea jugar en el salón. No quiero ni imaginar cómo será la llegada de la VR a nuestras vidas. Da miedo sólo de pensarlo.

En definitiva, y sin desviar más el tema. Las 3D molan. Molan mucho. Pero más por el futuro que prometen que por la experiencia que ofrecen en estos momentos. Por que haciendo repaso mental de los títulos que de un modo u otro he tenido la suerte de probar en las últimas semanas, el resumen... y mi recomendación para todos aquellos insensatos que quieran escucharla seria: 

1. Si has de cambiar de tele, apuesta por las 3D sin importarte mucho que en un par de años puedan salir al mercado otros aparatos que no requieran el uso de gafas. Empieza a disfrutar de las maravillas 3D que van a ir saliendo mientras los demás esperan sentaditos en sus sofás.

2. Si por el contrario, no te ves en la obligación de comprar un nuevo televisor, seguramente te saltes el paso de las teles con gafas al igual que en su momento otros se saltaron las Teles Ready. Pero eso si, espera unos meses y ya veras como te tienes que limar los dientes cuando vayas a echar unas partidillas a casa de algún colega. Por que amigos, os aseguro que no se trata de una moda pasajera,  las 3D han venido para quedarse...  y esto promete.

Mejor con gafas... 

Addenda: Primeras Impresiones.

  • WipeOut: Increíble. Posiblemente uno de los más espectaculares ejemplos de juegos que podemos disfrutar hoy en día en 3D.
  • Stardust: Bien, sin más. Efectista en su presentación pero muy ramplón en cuanto a dar un valor añadido a su versión “normal”.
  • Tumble: En mi opinión Supermassive Games es el único estudio con agallas, con visión y con ímpetu para incorporar las 3D no sólo a la faceta visual, sino también a la jugabilidad. Es cierto que en su caso, dadas las características del título y su manejo con Move, lo tenían muy fácil. Pero aún así, sus diseñadores merecerían que alguien les enviara un ramo de flores como agradecimiento.
  • Gran Turismo 5: Un impresionante juego de conducción. Posiblemente el mejor en todos sus aspectos. Y también el que más cosas sin terminar o sin pulir presenta. Y con el caso de las tres dimensiones no iba a se distinto. Destaca en la vista interior de los vehículos, pero flaquea en lo demás. No ofrece ese plus que debería a ayudar a conducir desde una perspectiva más “realista”.
  • Motorstorm Pacific Rift: El mejor. Sin duda la inmersión que logra el efecto, con la vegetación abofeteándote literalmente a cada momento, unido a las vertiginosas carreras arrasando la agricultura, encumbran a este título a lo más alto como exponente de la tecnología 3D llevada a los videojuegos. Os aseguro que es probar la demo y desear que todos los juegos sean así. Una maravilla se mire por donde se mire. De otra galaxia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que pandilla de FLIPAOS ..... las 3D de SONY ... no VALEN UNA M****A , prefiero jugarlos "normal" en la TV, se ve mas nitido, mas definido, MEJOR ...

Ni se os OCURRA COMPRAROS ahora una TV 3D SONY, por que SONY asi lo quiera ... que en 6 meses ya no valdran sus 3D y habran cambiado el sistema ...

TIMADORES ....

Rolandir dijo...

Me encanta ese toque sutil del anterior comentarista...
El artículo sólo refleja una opinión tan valida como cualquiera, incluso la que en ese desafortunado comentario se expone.
Volviendo al asunto, hasta que no baje de precio ésta tecnología y se asiente más, conmigo que no cuenten.

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