Onanismo, para todo aquel que no lo sepa, proviene directamente de la palabra masturbación y para todo aquel que tampoco conozca este término (no seáis tan mal pensados que lo mismo hay por ahí algún alma cándida que vive en la pureza… o no) viene a definir lo que podría resumirse en la estimulación de los órganos genitales o zonas erógenas para proporcionar goce sexual. Esto puede expresarse de un millón de formas distintas (pelarla, hacerse una gallola, darle al manubrio, tocar la zambomba…) y tan válida como cualquier otra podría ser la afirmación, “montárselo con uno mismo para pasar un buen rato”. Y es aquí donde encuentro la analogía con el mundo del videojuego, pues si hay algo que ha caracterizado al entretenimiento digital a lo largo de los años, es que estaba orientado al disfrute individual y no al colectivo (juegos con pantalla partida aparte o vs). Pero en los últimos tiempos, cambio generacional mediante, algo ha sacudido las raíces de nuestra forma de ocio y promete cambiarla para siempre. El juego online.
Y es que si algo ha consolidado la actual generación es la incursión del modo online en todos y cada uno de los juegos que pretenden llegar al gran público. Esto de por sí, no tiene que tener ningún tipo de connotación negativa, pero el incluir este tipo de modos de juegos ha traído aparejada una serie de añadidos “colaterales” que para gozo de unos y escarnio de otros ha transcendido al propio medio. Porque es indudable que hoy día no se concibe la interconexión entre las personas sin Facebook, Twitter, Tuenti, Myspace o cualquier red social que se os pueda ocurrir y como todo producto dedicado a la masa, los videojuegos, han aceptado este precepto y lo han hecho suyo para añadirlo a mecánicas de juego, sistemas de estadística y demás parafernalia. Cuál es el problema? Pensareis. Problema, lo que se dice problema no hay ninguno, pero a mí que me expliquen por qué narices tiene nadie que saber que en la última semana le he metido cuarenta horas a Skyrim, o como narices voy a decirle a mi peña de bádminton que no tengo tiempo para ir a jugar con ellos cuando en mi perfil de Playstation Network pueden ver que acabo de sacar el platino de Dark Souls? o que estoy en “primera división” de la liga Fifa online con la de esfuerzo que requiere. Vamos, que no lo entiendo. Ahora cuando llamas a algún colega y no te coge el teléfono puedes entrar en Steam y ver que pasa de tu cara porque está matando zombis en el Left 4 Dead 2 con ve tú a saber quién. Tiene narices oigan.
Ohhhhhh....mmmm.... Bioshooooock!!!!!... Cómo eres!!! |
Cuando comenzó la generación, recuerdo que la comidilla del sector era si tal o cual juego perdía calidad al tener que desviar parte de los recursos en crear modos multijugador. Modos metidos con calzador y en ocasiones carentes de sentido respecto al juego en el que se incluían, y pasados seis años, que? Ya nadie se acuerda de ello. Es más, hoy día un juego sin multi es, en ocasiones, visto casi como una rareza. Y si no mirad los shooter que pueblan la generación, los juegos de aventuras en tercera persona como Uncharted o Assassin´s Creed o los deportivos como Fifa, Pro, Virtua Tennis etcétera.
Y llegados a este punto es donde me posiciono como un jugador offline empedernido. En serio, no concibo jugar online a casi nada y lo que tolero como juego online es en cooperativo y a ser posible que permita jugar tranquilamente. Porque parte de la culpa a mi reticencia viene dada a que soy un paquete cuando se trata de competir, pero ojo, que una gran ayuda a alimentar mi rechazo al juego online es la tremenda competitividad que muestra el personal. O lo das todo desde el primer día o estas sentenciado a ser una diana con patas que sirva para engordar los “headshots” del enemigo o te funden a goles o lo que sea malo para ti y bueno para los demás en el juego de turno.
Gamer medio disfrutando en soledad de su vicio... |
Lo siento pero no doy para más. Prefiero una buena historia con un inicio, nudo argumental y desenlace de estilo peliculero/librero. Prefiero pasar las horas solo ante el monitor del ordenador o en la tele del salón, averiguando qué ha sido de la muchacha secuestrada, quien está detrás de tal o cual crimen o porqué la U.S.G Ishimura está llena de xenomorfos. Como se suele decir, nadie como uno mismo para darse el puntito, y por ahora, pese a quien le pese, un servidor prefiere hacerse el bocadillo solo y comérselo cuando le apetece, sin prisas, sin rankings o estadísticas, sin que nadie sepa si es de chóped o de morcilla, en definitiva, dedicarme al placer onanista, videjueguilmente hablando claro, y olvidarme del mundo.
Las opiniones y desvaríos vertidos en este artículo son única y exclusivamente cosa del autor y no tienen porqué representar a El Complejo Lambda.
3 comentarios:
A mi me pasa bastante como a ti en lo que se refiere a multi, ni soy bueno en competitivo, ni me interesa serlo, me gusta jugar online solo si es con gente conocida con la que puedes charlar, y si se puede jugar a ritmo tranquilo mejor que mejor, porque pocos coop permiten pararse a ver los detalles, y eso va en función de con quien juegues, no obstante experiencias como el Portal 2 coop han sido muy muy grandes; cosas como Minecraft, o Garry's MOD tambien permiten un modo cooperativo distinto, que hace que cada uno pueda centrarse en lo que le gusta.
Totalmente de acuerdo , nadie tiene que enterarse a lo que juego ni cuantas horas ni de que no quiero salir a la calle porque me apetece echarme una partida , pero esto va a ir peor y no me gusta nada , ABSOLUTAMENTE NADA , las compañías deberían de darse cuenta de que meter un online con calzador solo es peor ya que acorta el modo campaña y ese modo online solo sera usado las primeras semanas después se irán a juegos dedicados a ello como lo son Battlefield y Cod , genial artículo como siempre.
Onanismo no viene de masturbación, simplemente son sinónimos. Viene de un personaje de la Biblia, Onán, que derramó su esperma sin propósito de concebir (creo que hacía marcha atrás, pero puede que fuera un pajero).
Cooperativo o competitivo, sólo me gusta offline, no hay nada como ver la jeta del otro, los codazos, los insultos (decirte hijo de puta no siempre es insultar...). La sensación Online es un poco descafeinada.
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