Juego de niños: El caso Resident evil 6

 
A medida que un ser humano va añadiendo dígitos en su casillero vital, año tras año, se dice de él que madura en la misma progresión, que su capacidad de análisis y raciocinio avanzan de la mano, lo que, al fin y a la postre, diferencia a la especie humana del mundo animal. Pero en ocasiones uno se plantea la veracidad de esta aseveración y, sobre todo, su implantación en la práctica si nos ceñimos a lo que ha podido escucharse y, sobre todo, leerse, en algunos medios y foros relacionados con los videojuegos en las dos últimas semanas tras la salida al mercado del esperado, para bien y para mal, Resident Evil 6

Ante todo, y con el fin que nadie se lleve a engaño, vaya por delante dos cosas: una, no trataré en esta reflexión de hacer un análisis concienzudo del título en cuestión, ya que para eso está el fenomenal staff de El complejo lambda a través del magnífico programa radiofónico que nos regalan cada viernes; y dos, no quiero pecar de pretencioso ni altivo, sino simplemente exponer una opinión acerca de los prejuicios y la falta de criterio racional que, en ocasiones, sacude a la industria del videojuego en su vertiente tanto a nivel periodístico como de público en general. Y es que sí hace unos meses ya expuse mi malestar sobre lo frívolo y banal que pueden resultar algunos comentarios infundados vertidos sobre algunos títulos que generan gran expectación (véase el caso del nuevo Devil may cry, absolutamente vilipendiado y repudiado por la simple modificación visual, radical, eso sí, del aspecto del personaje protagonista), lo último que me ha hecho poner el grito en el cielo ha sido la desconsideración y la falta de aplomo y justificación de los comentarios recibidos por la última entrega de la saga Resident Evil.

 ¡Corre, Sherry, que vienen los trolls otra vez!

En una sociedad, la nuestra, totalmente dirigida, y en parte, manipulada, por la inmediatez de la información gracias al avance de las nuevas tecnologías, la manada de trolls acechaba desde la sombra desde el mismo momento en el que se comenzaron a filtrar las primeras imágenes y secuencia del juego. Tras el giro hacia la acción que la franquicia Resident evil realizó en su cuarta parte, y que se vio claramente acentuada con la quinta (por no hablar del olvidable spin off ambientado en Raccoon city y orientado al multijugador), pocos eran los escépticos que aún esperaban que esta última entrega hiciese un guiño nostálgico hacia el estilo survival horror que vio nacer a la saga. Tal es así que, como ya es sabido, el juego se ha dividido en tres campañas con personajes distintos pero bajo un denominador común, la acción, en mayor o menor medida, pero que no disimula el abandono de las concepciones clásicas de Resident Evil, aquellas que mantenían en tensión al jugador por el acecho de la amenaza zombie y la escasez de la munición, en pos de un frenesí de balas y de un estilo narrativo marcadamente cinematográfico. ¿Hace esto de Resident evil 6 un mal juego? Aunque muchos lo vean de otra manera, yo considero que no. Y acentúo esto porque precisamente ese giro de timón hacia lo puramente comercial, hacia el gran público y la accesibilidad general ha sido el detonante de multitud de críticas hacia el juego, sin entrar a pormenorizar las virtudes y defectos particulares e individuales del título de Capcom, algo que considero verdaderamente alarmante, especialmente si estos "razonamientos" provienen del sector del periodismo audiovisual.

El incremento de las tasas universitarias ha llevado a considerar esto un Master de Periodismo

Todos sabemos de la subjetividad intrínseca que un análisis puede contener, y que la opinión de fondo sobre un juego puede variar en manos de uno u otro analista, pero lo que debe considerarse a todas luces totalmente intolerable es la mera tacha de un producto por el mero hecho que no se parece    a su embrión originario o porque ha cambiado en su concepción primigenia. Si se me permite el símil cinematográfico, hace años que no asisto a una película de Woody Allen que se acerque a la genialidad de sus obras de los años 70 y parte de los 80, y en gran medidas he optado por la resignación y la concienciación de que aquella era no volverá, por lo que opto por recordarla y revisitarla con frecuencia, pero eso no quita para admirar las luces de su nueva filmografía y, por qué no, repudiar sus sombras. Pues bien, igual vara de medir podría aplicarse en el caso de Resident evil 6, donde la evolución de la franquicia a nuevas concepciones jugables y el cambio del terror por la acción no es motivo suficiente para el aluvión de críticas recibidas, y sí debería serlo por sus insuficiencias técnicas y/o jugables, que muchos medios no se han detenido a analizar. 

Ante esta dicotomía me surge una duda, y es la del peso añadido que conlleva el cargar con un nombre como el de Resident evil, es decir, ¿el juego habría recibido las mismas críticas de haberse llamado "Zombie hunter" o algo que no tuviese nada que ver con la mítica saga de Capcom? Seamos sinceros, muy probablemente no. De ahí mi molestia, mi hartazgo al tener que leer comentarios indignos sobre un juego que ha tenido que "defender su inocencia" desde su nacimiento, un juego al que se le pueden achacar deficiencias en su apartado jugable, en su desacertado afán por introducir quick time events donde no toca, y, por encima de todo, en lo "overpowered" que resulta el poder patear zombies a diestro y siniestro, pero partiendo de una concepción previa, de una base ideológica, y esa es la de que las cosas han cambiado, que  en Resident evil ya no giramos sobre nuestro propio eje, que ya no hay máquinas de escribir, que todo aquello ha quedado en el olvido y que afrontamos una nueva etapa que, podrá gustar más o menos, pero que debe abordarse como tal, distinta y, no por ello, a priori peor.

 Mucho ha llovido desde esto ¿verdad? Pero, señores, la vida avanza, para bien o para mal

Probablemente tras estas líneas algunos me tacaharán de fanboy, otros tratarán de justificar su bilis crítica con la reciente bajada de precio de Resident Evil 6, pero ni la industria del videojuego, ni en particular Capcom y su título emblema me entusiasman hasta el punto de defenderla a capa y espada, ni considero que dicha reducción de precio sea resultado de una negativa valoración del juego por la prensa especializada (más bien considero responde a una mera estrategia empresarial, ya que dicha bajada de precio proviene sólo de una tienda especializada, no a nivel general por orden expresa de la distribuidora). Por favor, hagamos un ejercicio exhaustivo de análisis, valoremos las cosas en su justa medida y no nos dejemos llevar por prejuicios, rumores o primeras impresiones. No sólo creceremos a nivel intelectual sino que nos ganaremos el respeto como personas de aquellos que saben más que nosotros. Es mejor ser un metódico respetado que no un troll populista. ¿Qué eliges?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad es que no he entendido nada de lo que has dicho. Mucha paja y poco contenido. Así a botepronto me parece que dices que hay que valorar RE6 por lo que es y no por no parecerse a REs previos al 4. Pues hombre, sí y no.

A mí los RE4 y 5 me gustaron, pero la verdad es que eso ya era otra cosa. Cambias skins y nombres y cuela como otra saga. Ni el control, ni el estilo, ni siquiera los enemigos son los mismos. Y el rollito de deambular por la mansión me molaba. Pero claro, no vendería tanto una nueva IP (como odio este acrónimo) así que a prostituir la saga. Que hagan spin-offs joer, pero no desgracies la saga madre. El Raccon City todo el mundo lo ha puesto a parir y a mí me parece un juego de puta madre.

No es lo mismo un cambio estético que uno jugable. Si tocas el aspecto estás tocando la iconicidad y macho, esa es una gran cagada. No en vano la imagen de marca es una suma de lo que representa y lo reconocible que sea su logo, y eso es algo que se trabaja mucho por conseguir, y tirar por la borda un gran diseño como el de Dante... Pero puestos a elegir, prefiero el cambio estético al jugable (jugable a grandes rasgos, no añadidos que mejoren el control). Y en RE se han destruido ambas cosas, aunque por lo menos han vuelto los zombis.

La prensa... hace mucho que no hago caso de ella, sólo para conocer las novedades y el estilo de juego de una futura adquisición. O se compran notas o el analista tiene 24 horas para probar el juego y presentar el análisis. Antes la periodicidad mensual de las revistas hacía que tuvieran más márgen, pero ahora con internet y las putas visitas es todo ya ya ya. Así que pa qué. Y los comentarios... madre mía qué ganado hay por el mundo. para uno sensato te tienes que tragar 200 de borderlines.

PD: Deja las florituras lingüísticas para los trabajos de la Uni que así lo único que haces es dar imagen de pedante y cansar como el Fríker Jiménez.

PD2: No te puedes fiar de la opinión de la gente que añade dígitos a su edad ya que su raciocínio no está en su mejor nivel. Bueno, creo, porque he conocido a muchos niños de 10 años (que han pasado de 1 dígito a 2), pero a nadie de 100 (de 2 a 3 dígitos).

leachdeniro dijo...

Si bien la introducción al tema quizás es un poco rebuscada, tacharlo de “florituras lingüísticas” me parece demasiado. Sobre todo al ver que el señor Anónimo sí entendió el fondo del asunto y al parecer está bastante de acuerdo con él. No por ser un artículo de videojuegos debemos esperar a que nos hablen con las dos o tres palabras que se ocupan generalmente en los foros, creo que aquí también vale escribir un artículo con “Estilo”; ¿Porque podemos entenderlo y darle el verdadero valor cierto? Y con Estilo me refiero al conjunto de recursos literarios al que un autor recurre para expresar una idea, de forma escrita por supuesto, y no sí está escrito con o sin “clase”, que ese es otro tema y entramos a valorarlo en su conjunto.
Criticar un artículo porque no nos guste su forma, sobre todo si es con agresividad, me parece incompresible en un grupo de personas que lo que buscan es comunicarse de forma fraternal en torno a un pasatiempo, e incluso una pasión para la mayoría, como son los videojuegos. Ah, para mí este artículos es un SOLD. Saludos amigos.

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