La leyenda de Atari habla de
tiempos remotos, de la época de esplendor de uno de los puntales que
sostuvieron el mundo de los videojuegos durante su nacimiento. La gran Atari es
el ensayo y error que ha llevado nuestra afición a lo que es hoy en día. Una empresa
que tuvo en sus manos más oportunidades que ninguna otra para haberse
convertido en un gigante de proporciones inimaginables y que, pese a haberse erigido
como gran campeona de los inicios del ocio electrónico, se desplomó hasta casi
desaparecer a lo largo de los años
noventa.
No en vano, tras el fiasco de
su apuesta portátil con Atari Lynx,
la compañía se vio sumida en una de esas fases de caos interno en el que se
había acostumbrado a vivir a lo largo de su historia. Por un lado se intentaba
por todos los medios impulsar las ventas de la pequeña de la familia, por otro
lado, se habían embarcado en el desarrollo de una nueva consola de sobremesa de
32bits. Su nombre en clave fue Panther,
y venía a confirmar el retorno de Atari al mundo consolero que había dejado un tanto de lado en su última época a
favor de los computadores.
Panther se desechó definitivamente en 1992. La empresa
debió ver claro que necesitaban una tecnología verdaderamente puntera si
querían entrar a competir con Sega, Nintendo y una cada vez más
predominante posición de Sony. Para
enfrentarse a sus competidores necesitaba dar un golpe sobre la mesa y arrasar
la futura quinta generación de consolas con un hardware imbatible. Las mesas de
diseño echaron humo en aquella época, estoy seguro de que trabajar en Atari Jaguar, la primera consola de 64
bits, cuando ni siquiera habían salido al mercado ni Playstation, ni Sega Saturn,
debió ser algo épico para los ingenieros.
No sé, a mi me parece más una impresora que una consola |
Tan seguros estaban de su
retorno a la cúspide de los videojuegos, que la salida al mercado a finales de
1992 del que a la postre sería su ultimo ordenador pasó a segundo plano. Y eso
que el Atari Falcon 030 era un maquinón para la época. Una bestia parda
que sufrió la dejadez de sus fabricantes en forma de poca publicidad y, lo más
increíble de todo, la utilización de un modelo de carcasa (1040ST) que daba a
la máquina un aspecto cuando menos desactualizado. Sí señores, la falta de
vistas siempre fue marca de la casa en Atari.
El Falcon 030, un lobo con piel de cordero |
El caso es que a pesar de tener
unas fantásticas especificaciones, el Falcon 030 se dejó de fabricar en apenas unos
meses sin llegar a hacerse un hueco en el mercado. A nadie pareció importarle.
1993 era el año señalado. Atari venía a
reclamar su trono y Jaguar eran todas sus credenciales. Y menudas credenciales.
Jamás se ha vuelto a ver algo tan fuera de órbita en nuestro mundillo. Jamás un
lanzamiento ha estado a tantos años luz de su competencia en las tiendas. Al
menos a nivel de Hardware.
Porque no olvidemos que cuando Atari Jaguar, con sus 64 bits y
capacidad para mover juegos en 3D, fue lanzada el 23 de Noviembre de 1993, los
chavales aún estábamos flipando con la “guerra” entre Super Nintendo y Mega Drive,
que nos tenían enamorados de sus 16 bits de potencia salvaje y descontrolada. En
serio, hay que haber vivido esto que os estoy contando para entender lo que
supuso ese derroche de energía por parte de nuestra protagonista.
Un diseño bastante espectacular |
En cierto modo, el escaso éxito
de la consola puede deberse a la escasa campaña de marketing “Do the math” (vendría a traducirse como un "echa cuentas") que
le acompañó, al pobre catálogo (y eso que los juegos de lanzamiento fueron Tempest 2000, Doom y Wolfestein 3D), a
un mando/pad/controlador/engendro que
ha sido catalogado como el peor gamepad
de la historia, y en mi opinión, a cierto recelo por parte de los compradores.
Atari, una empresa venida a menos que acostumbraba a pifiarla cada vez que tenía ocasión, se presentaba en las tiendas
con una consola de potencia inusitada, avalada por la mismísima IBM (mediante un acuerdo de
fabricación), diseño espectacular (porque mira que era bonita la condenada) y a
un precio (249 dólares) que la convertían en un chollo.
No sé... Creo que ninguno nos
lo terminamos de creer como algo posible.
El caso es que la máquina
empezó vendiendo a buen ritmo y el negocio pareció funcionar durante unos
meses, pero pronto se estancó. El comprador estaba más que contento con su SNES
o su MegaDrive, babeaba por una 3DO
(1993) que costaba 700 dólares y suspiraba cada vez que oía noticias de la
nueva Playstation (3 de diciembre de
1994), Nintendo 64 (23 de junio de
1996) o Sega Saturn (22 de noviembre
de 1994). Jaguar, un lanzamiento de la generación 5.5 comercializado en la 4ª
etapa de la historia de las consolas, murió en muy poco tiempo, olvidada y
denostada, sin siquiera haber tenido una oportunidad. Sus apenas 2,5 millones
de unidades vendidas atestiguan la caída definitiva del fabricante. Atari no
volvería a levantar cabeza. Ni siquiera la salida al mercado del periférico que
permitía a Jaguar el uso de CD, colocándola de nuevo por encima de la
competencia en 1995, pudo evitar el desastre.
La verdad es que el añadido para cd no le quedaba nada mal |
Un fatídico 31 de julio de
1996, Atari sería definitivamente vendida a JTS Inc., una empresa recién llegada al negocio de fabricación de
discos duros. El acuerdo, por 50 millones de dólares permitía a la familia Tramiel mantenerse dentro de la
estructura, sin embargo no tardarían en percatarse de que aquello ya no
volvería a ser igual y ese mismo año hicieron las maletas hacia otros negocios.
Ahora vas y lo cascas |
A partir de ahí comienza el
verdadero calvario del sueño de Nolan Bushnell. Atari como marca comercial desapareció del mapa hasta 1998, año en que fue
comprada por unos irrisorios 5 millones de dólares por el gigante de los
juguetes Hasbro, quien anunciaría en el E3 de 1999 la vuelta del mito en
forma de desarrollador de videojuegos multiplataforma bajo el sello Hasbro Interactive (que digo yo, para
eso no hacía falta comprar Atari). El caso es que la jugada le salió medio bien
a Hasbro, porque ante el anuncio de la vuelta de Atari hubo quien se interesó
por recuperar el buen nombre de la compañía. Así fue como en ese mismo año de
1999, Infogrames anuncia la compra
de Atari y todos sus desarrollos .
Bajo el sello de Infogrames,
nuestros amigos subsiste en el universo videojueguil durante nada menos que 10
años, desarrollando, produciendo y distribuyendo numerosos e incluso notables títulos para las diversas
plataformas que van y vienen por el azaroso negocio que una vez encabezó. En
los años 2004 y 2005 lanzó al mercado las enésimas revisiones de la
imperecedera VCS2600 bajo los
nombres de Flashback I y Flashback II, que vinieron a demostrar
que con el paso de los años, la empresa se había convertido en un tótem para
los amantes de los videojuegos, capaces de gastar su dinero una y otra vez en
los mismos títulos siempre y cuando llevaran el emblemático sello de Atari.
Así, ya metidos en 2009, Infogrames toma la santa determinación de devolverla definitivamente a su esplendor. Para ello, nada mejor que contar entre sus filas con un consejero de pura cepa. Nolan Bushnell vuelve para acunar de nuevo a su criatura, e Infogrames anuncia su cambio definitivo de nombre adoptando el de Atari a todos los efectos a partir de ese momento.
El resto de la historia ya es
conocida de todos nosotros. En 2011 Atari parte la pana en la
App Store con su famoso Atari Greatest Hits llegando al número
uno de ventas y para navidades lanza su periférico Atari Arcade que, para ser sinceros, me ha hecho desear un ipad más
que ninguna campaña publicitaria de la propia Apple. Y ya metidos en 2012, se abre
una página web para juegos online, se celebran los 10 millones de
descargas para tablets y smartphones, conmemoramos su 40
cumpleaños, y lloramos amargamente el fallecimiento de Jack Tramiel; que en paz
descanse. Y, poco a poco, llegamos a nuestros días repasando, aunque sea muy por
encima, la historia de una de las marcas míticas de nuestro hobby. 40 años y
más de 400 juegos después, Atari sobrevive a su maldición. Ya veremos si
podemos decir lo mismo allá por el año 2052.
FIN
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1 comentarios:
Resumiendo. La Jaguar, un maquinón del que no sabía ni de su existencia. Su mando una infamia o broma de mal gusto, a elección del pobre jugador.
Atari historia viva, de un modo u otro, de los videojuegos.
Deseando estoy de ver por donde metes tus zarpas para el año que viene. Enhorabuena por este trabajo tan increible con Atari y su historia.
Gracias
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