El "mandamás" de Ubisoft, Yves Guillemot, ha mandado un mensaje que mezcla esperanza y pesimismo; apoyo y desaliento; un "te quiero pero lo nuestro no puede ser"... Un sencillo "Wii U es una máquina fantástica, pero tiene que vender más".
Así es: a Guillemot le preocupa que las por ahora discretas ventas de Wii U puedan lastrar el desarrollo de la máquina a corto y largo plazo, una situación que podría agravarse con la llegada de las nuevas consolas de sobremesa de Sony y Microsoft.
Aún así, la cabeza visible de Ubi entiende que para ayudar a Wii U en su propósito, ésta necesita juegos, por lo que el compromiso de la compañía es "total" aportando títulos como Watch Dogs o el recientemente confirmado Assassin's Creed IV Black Flag - dejemos a un lado Rayman Legends y su justificada polémica-.
Claro está que el éxito o fracaso de Wii U no depende únicamente de Ubisoft, y noticias como la cancelación de Crysis 3 no ayudan a entender qué está pasando entre Nintendo y las Third, cuyo matrimonio empieza a hacer aguas de nuevo, generación tras generación.
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