Un reciente estudio efectuado por una universidad australiana de Queensland revela interesantes resultados acerca de los juegos violentos y la posible repercusión que pudieran llegar a causar en la sociedad. La conclusión a la que ha llegado el susodicho estudio revela una inconexión entre videojuego violento y comportamiento antisocial. Es más, se llegó a una conclusión sorprendente. Los sujetos eran más susceptibles a ayudar a los demás sujetos.
La prueba consistía en poner a jugar a sujetos de entre 17 y 43 años a juegos dentro de cuatro categorias: Juegos no violentos (Portal 2), Violentos (Call of Duty Black Ops 2), Antisociales (GTA IV) y juegos pro-sociales (World of Zoo).
Los sujetos se sometieron a una otra prueba, correspondiente a la siguiente fase del experimento, en la que jugaban durante 8 minutos a "Lemmings" y más tarde a su versión "violenta" "Lamers. Los resultados de esta fase del experimente dieron a relucir los mismos resultados que en las anteriores. En resultado, y por tanto conclusión del estudio es el siguiente:
Tres experimentos han fallado al intentar hallar un efecto perjudicial por parte de los videojuegos violentos en el comportamiento social. A pesar de emplear videojuegos tanto clásicos como contemporáneos, pruebas retardadas y ante largas y cortas exposiciones. Aunque este estudio no establece una prueba definitiva cerca de la inconexión entre videojuego violento y comportamiento violento, quizá sí podría poner en boga en hecho de que asegurar una relación entre videojuego violento y comportamiento social quizá sea desproporcionado y desatinadoComo ya sabemos, esto es solo un estudio y para que comience a hablarse en términos teóricos debería haber más estudios como este que avalen los hechos probados empíricamente. Lo más curioso es que el estudio está desarrollado en Australia, país conocido por su inflexibilidad y censura con los videojuegos violentos.
FUENTE: GAMESPOT
2 comentarios:
Estoy un poco harto de estos estudios que parecen medidas desesperadas para defender algo que para mí no necesita defensa alguna. Todo esto se resume en que si la persona es muy susceptible o simplemente no está bien de la cabeza es muy posible que un juego violento le afecte de manera negativa de la misma forma que lo podría hacer cualquier otra forma de expresión artística o de entretenimiento que se base en la violencia. Ya está.
La conclusión de este estudio es mentira. Cualquiera que haya jugado al Pro contra mi amigo Jose sabe de sobra que los videojuegos provocan violencia y ganas de matar, sobre todo cuando repite a camara lenta por quinta vez un gol...
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