Si
os encontráis leyendo este artículo es probablemente porque admiráis a este que
escribe. También es posible que os sintáis atraídos por la obra magna de una
Rockstar en estado de gracia. En cualquier
caso, gracias por venir al SOTY del juego rey de reyes de 2013… Sus números
hablan por si solos: 69 misiones y más de 90 eventos secundarios con decenas de
vehículos diferentes que van por tierra, mar y aire. Esto es Grand Theft Auto V señores y señoras.
Es americano.
En
un mundo en el que muchos juegos de moda tienen presupuestos limitados y se
venden en smartphones y en zonas oscuras de las interfaces de vuestras consolas
y ordenadores, GTA V llega para personificar el capitalismo extremo con un
presupuesto de más de 200 millones de dólares. Y eso es bueno. Es bueno porque
es caro y es americano. Es el SOTY porque puede serlo. Cualquier personaje del
juego aprobaría esta forma de pensar.
Quizá
los videojuegos carecen de un lenguaje propio y eso propicia su exclusión del
selecto club de las obras de arte, sin embargo, el costoso trabajo que Rockstar
ha llevado a cabo con este juego le reservará un puesto exclusivo entre los
grandes de esta histórica industria del videojuego. GTA V es… Vamos a dejar de
chuparnos las pollas y empecemos a diseccionar las claves que hacen de este juego
un SOLDAZO magistral. No tocaré las misiones de la trama principal para evitar spoilers innecesarios, solamente describiré algunos puntos de los rasgos personales del trío protagonista que me han parecido un avance significativo
respecto a anteriores entregas.
Tomo prestado de los mejores. Rockstar se marca
un Tarantino
Nadie puede obviar que las ficciones televisivas
– series de TV- llevan unos 15 años con algunas producciones que en muchas
ocasiones superan lo visto en la gran pantalla. Los Soprano, Breaking Bad y
The Wire son joyas de la televisión de las que bebe descaradamente este GTA V.
Michael de Santa bien podría ser Tony Soprano. Ambos asisten a un
psicoanalista, tienen hijos que se alejan de la perfección que habían
proyectado sobre ellos y sus esposas son amas de casa aburridas de una vida de complacencia
y facilidades. Por otro lado, Trevor Philips y sus Philips Industries,
controladas desde su apestosa caravana en el desierto, son un 80% Breaking Bad.
También tenemos pequeños guiños y homenajes a películas como Heat, The Italian Job,
Ocean’s Eleven, Psicosis y Reservoir Dogs, pero lo que realmente hace de GTA V
uno de los sandbox más refinados del mercado es que todo el mapa de Los Santos
y el Condado de Blaine han sido creados con elementos de los mejores títulos de
Rockstar Games. Max Payne 3 cede su sistema de tiroteo y cobertura, los coches
que manejemos tendrán un regustillo a lo Midnight Club bastante evidente, de Red
Dead Redemption toma su amplitud de escenarios y unos efectos atmosféricos que
además han sido mejorados, e incluso los coqueteos de la compañía con el ping-pong
en Table Tennis han influido en los minijuegos deportivos que hay presentes.
Contemplemos el arte de Los Santos
Se ve bien, pero no es perfecto. El
mapeado de Los Santos es lo suficientemente vasto para que encontremos una
buena dosis de localizaciones diferentes. Durante el juego, el motor RAGE nos
brinda un sólido escenario, donde los molestos defectos como el popping y los
fallos de carga en las texturas son menores que en otros sandbox en consolas de
sobremesa. Visitaremos montañas, desiertos, húmedos bosques, la jungla de
asfalto de la ciudad de Los Santos con su impresionante skyline, ríos, lagos,
etc. Los efectos climatológicos son bastante buenos, con especial mención de
las apabullantes tormentas eléctricas en mitad del desierto, las cuales nos
dejan con los ojos abiertos y el culo duro como una roca.
En el apartado sonoro por primera vez nos
deleitamos con una banda sonora exclusiva para el juego. Estas composiciones
son bastante atmosféricas y nos acompañan especialmente en persecuciones y
atracos. En otro orden tenemos las clásicas emisoras de radio, llenas de auténticos
hitazos como Radio Ga Ga de Queen, Photograph de Def Leppard
o Skeletons de Stevie Wonder.
Soy
igual y diferente
Uno
de las características que distingue a esta entrega del resto de juegos de la
saga es la posibilidad de tocar todos los arquetipos más o menos establecidos y
aceptados dentro de un Grand Thef Auto, añadiendo a un personaje único nunca
visto en la franquicia, Michael de Santa, Michael Townley. Si a esto le
añadimos una pizca de seriedad y realismo, sin perder el humor y la sátira que
los ha acompañado desde sus inicios, tenemos un juego parecido a los anteriores
pero con novedades y alicientes que lo hacen diferente. Estábamos acostumbrados
a manejar a personajes que buscaban alcanzar el sueño americano, un sueño lleno
de excesos, coches de lujo, dinero, mansiones y mujeres. Dentro de esta
búsqueda podemos meter a Franklin Clinton, un joven que vive con el miedo que le ha
vendido su país para que consuma y trabaje las migajas que este le vaya dando.
Franklin no está dispuesto a aceptarlo y hará lo posible por alcanzar el poder
cueste lo que cueste pero siempre pensando en grandes golpes. Podemos decir que
este personaje es quien tiene más rasgos en común con otros protagonistas de
GTA como Tommy Vercetti o CJ, no en las formas de actuar y hacer las cosas,
pero sí en las pautas para conseguir un premio final lleno de facilidades que
lo catapulten fuera de su insípida vida de pandillero.
Estas
pautas pasan por trabajar con los mejores, y en San Andreas los mejores que se
puede permitir son Trevor y Michael. Dejaré al depresivo padre de familia para
el final y le dedicaré unas líneas al sociópata más importante de los últimos
años, presidente de las industrias que llevan su nombre y sabedor de la
sexualidad más íntima de los osos de peluche. Trevor Philips no es un loco
desquiciado que actúa sin saber lo que hace. Es un tarado sí, un demente, pero
ante todo es un ser calculador que hace lo que hace porque lo ama. No le
importa el beneficio que pueda llegar a sacar de alguien, si tiene ganas de matar
lo hará por satisfacer sus necesidades homicidas sin lamentar las pérdidas. Las
única lección de vida que aprenderemos de este sujeto son que el dolor y
la muerte son dos conceptos que los enemigos no olvidan. La verdad, la amistad
y la venganza son los pocos términos que puede considerar éticos en su vida. Un
tipo a la moda rancia que os aseguro no deja indiferente a nadie.
Termino
mi dossier de personajes con el protagonista de este juego coral. Michael
Townley es el hombre que cargará con el mayor peso de la historia. Todo gira a
su alrededor para bien o para mal y es, sin ninguna duda, mi personaje favorito
de la historia. La característica más importante de Michael es su habilidad para
desmarcarse del habitual “aprendiz de mafioso” que solíamos ver. No estamos
ante un tipo que busca alcanzar el sueño americano como hacen otros personajes
de GTA, él hace mucho tiempo que alcanzó ese sueño americano del que hablamos
más arriba y gracias a ese dato nos damos cuenta de que un criminal nunca tiene
suficiente. Cuando un ladrón consigue forjar un imperio de prosperidad y
riqueza siempre tendrá una espina clavada que le aparte de la felicidad que se
supone debe saborear cada día. En el caso de Michael, su talón de Aquiles es la
añoranza por los viejos tiempos. La gloria de atracar, la visión de una familia
que era menos artificial que la que tiene ahora, la amistad enterrada y la sensación
de que siempre le quedará un último gran golpe por dar, son factores
determinantes que le llevarán de vuelta al negocio. Su relación con Franklin,
con quien tiene una pseudorelación de maestro y aprendiz, también influye en
sacarlo de su apatía.
¡Venimos a por su colección de porno búlgaro!
Poco más puedo comentar de la última joya de Rockstar. Esto no se trata de analizar el juego, simplemente pongo sobre la mesa las características que más valoro como jugador. Un modo historia que supone un paso adelante gracias al carisma de sus tres protagonista ayuda y logra disipar los errores de un GTA Online que sigue siendo, a día de hoy, un experimento fallido. ¿Este modo en línea ofrece alicientes? Sí, muchos de hecho. Pero más allá de un buen número de carreras variadas, partidas a muerte, robo de licorerías y misiones cooperativas, nos encontramos con un multijugador que tiene un largo camino por recorrer para ser jugablemente estable.
Grand Theft Auto 5 es americano y loco... ¡Cómpralo!
Bendiciones.
GTA V, ¡TODOS LOS TRAILERS!
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