Análisis: F.E.A.R. 2: Project Origin (Xbox 360, PS3 y PC)

 Análisis realizado por Víctor "Gen.Harris"

Hoy vamos a hablar de F.E.A.R. 2: Project Origin, un juego de la mítica Monolith –responsable de títulos como Shogo: Mobile Armor Division- que ya se encuentra disponible en consolas de última generación y PC.

Estamos ante la segunda entrega de una franquicia importante, especialmente en PC, de la que se esperaban grandes cosas tras la fatídica expansión de la primera parte. Project Origin ha llegado para dejar las cosas claras y mostrar el rumbo final que ha decidido seguir Monolith con la franquicia.


Antes de nada, quisiera dejar claro que el análisis proviene de la versión PC, la mejor de las tres versiones del juego por su fluidez y control. Comenzamos:

Un grupo de operaciones especiales es enviado a un complejo de la compañía Armacham en una operación de rescate. Aristide, científica encargada de los proyectos más secretos de la compañía, se encuentra en grave peligro. Armacham ha decidido mandar a sus hombres para borrar pruebas de lo sucedido en las instalaciones. El Sargento Becket, junto al resto de su equipo, deberá rescatar a la científica y descubrir la oscura verdad que oculta Armacham.

El argumento es uno de los grandes puntos en contra de esta segunda parte. No adelantaremos detalles sobre la temática pero podría decirse que la historia de este juego decepcionará, tanto a los fans de F.E.A.R., como a los jugadores novatos en la saga. Un guión poco meditado y demasiados detalles innecesarios hacen que el juego pierda interés. Si a esto le sumamos la falta de información en determinados aspectos y un final realmente decepcionante, obtenemos una historia bastante pobre en contraposición a la primera entrega.

Desde un primer momento, F.E.A.R. 2 se muestra como un FPS clásico y sin grandes complicaciones jugables. Cualquier persona que haya jugado a un juego de este tipo sabrá adaptarse rápidamente al control. No es un juego de terror como nos querían hacer creer, pese a los “intentos” de Monolith. En Project Origin encontramos numerosos sustos que causan más indiferencia que terror. Incluso el propio armamento del juego elimina en gran parte esa sensación de miedo; podemos empuñar desde una simple pistola hasta armas de energía, pasando por escopetas automáticas, lanzamisiles, e incluso robots bípedos en ciertas partes.

A nivel jugable, F.E.A.R. 2 aporta sutiles diferencias en comparación a los FPS de toda la vida. En primer lugar está el “bullet time”, todo un clásico en la franquicia. Podremos activar el modo “tiempo bala” o “cámara lenta” para ver y abatir a todos nuestros enemigos con la mayor velocidad y eficiencia. Evidentemente y como en anteriores partes, esta habilidad es limitada y deberemos esperar a que se recargue para utilizarla.
Otro de los detalles a destacar es un nuevo sistema de cobertura implementado con muy buenas intenciones pero que no acaba de cuajar. El sistema nos permite derribar muebles para cubrirnos con ellos, pero nunca resulta de utilidad durante el transcurso del juego. Es una idea original pero no encaja en absoluto con la mecánica de Project Origin.

Lejos de la moda que están adoptando casi todos los títulos del género, F.E.A.R. 2 vuelve al sistema de botiquines médicos para restablecer nuestra vitalidad (y chalecos antibalas para recuperar blindaje). Esto resultaría un aliciente para la dificultad si no fuera porque el juego es extremadamente fácil, y aquí entramos en otro de los grandes puntos negativos del juego, la dificultad:

Para poneros un ejemplo, mi primera partida la jugué en el modo máximo de dificultad por defecto y me pareció ‘un paseo por el parque’. No supuso reto alguno en ningún momento. Los botiquines y chalecos antibalas abundan por todo el escenario y la mayor parte de las veces nos vemos obligados a dejarlos atrás para seguir avanzando. La IA es correcta pero el problema está en que los enemigos son demasiado fáciles de matar. Por muy listos que sean, con el “bullet time” y un mínimo de habilidad, podremos matarlos por decenas.
En general, el hecho de que el título haya sido programado como juego multiplataforma (en comparación a la primera entrega, nacida para PC) podría ser la principal causa de esta falta de dificultad. Los FPS en consola se basan en un modo de juego más sencillo y con una dificultad adaptada al uso del mando, que el PC supera con creces. De ahí que Monolith haya decidido bajar el listón.

Entrando en la duración y siguiendo el rumbo de la mayoría de los juegos de hoy en día, F.E.A.R. 2 es bastante corto. El título se divide en 14 capítulos de escasa duración, aunque hay que decir que la variedad de escenarios y situaciones supera a la de anteriores entregas. Olvidaros de permanecer constantemente vagando por pasillos.

Además del modo campaña, tenemos un modo multijugador que cumple pero sin demasiados alardes de creatividad. Contamos con modos de juego clásicos y otros como el de desactivar la carga de C4, que recuerdan a juegos como Counter-Strike. También cabe destacar un sistema de rangos que hace más atractivo este modo multijugador.
En cualquier caso y aunque gran parte del contenido del juego se centra en este aspecto, no es lo más destacable de este F.E.A.R. 2 y pasa desapercibido en el panorama actual.

En conclusión, estamos ante un juego de acción en primera persona, con una mecánica básica, que no sorprende y que se ve empobrecido por su nivel de dificultad.

En lo referente a apartado técnico, Project Origin es atractivo a la vista pero no destaca:

Gráficamente es un juego ‘resultón’ pero que no supone ningún alarde técnico. Estamos ante el motor gráfico de la primera entrega actualizado aunque algo desfasado si tenemos en cuenta los referentes actuales. No supone en absoluto el salto gráfico del primer F.E.A.R. con el que todos quedamos sorprendidos. Esta segunda parte no innova técnicamente aunque Monolith tenga a la gente necesaria para conseguirlo.

Las versiones para Xbox 360 y PS3 tienen una media de frames por segundo baja en comparación con la de PC. Además de ello, el juego se ve más oscuro tal y como sucedía en títulos como Dead Space. En PC el juego va muy fluido en “requisitos recomendados”, aunque rinde mejor con tarjetas nVidia, como ya comentamos alguna que otra vez.
Las texturas son correctas aunque mejorables y los efectos de luz cumplen. Algo curioso es que en el modo “bullet time”, los brillos son más notables que en “estático”. Además de ello y algo a destacar es que los cadáveres de los enemigos permanecen en escena aún después de muertos. En general, estamos ante un juego ‘pulido’ dentro de las limitaciones del motor gráfico.

En lo referente a sonido, Project Origin intenta crear una atmósfera de terror sin éxito. El juego introduce melodías inquietantes para atemorizar pero nunca trata de despistarnos; siempre que oímos este tipo de melodías significa que algo relevante va a suceder. Además de ello está el tema de los cambios de música. En los combates nos induce a la acción y cesa cuando matamos al último enemigo. Esto nos da pistas a la hora de preguntarnos si va a haber soldados o criaturas escondidas.
En definitiva, la música ambiente cae en todos los tópicos de las películas de terror y no innova.

En cuanto al doblaje, el juego cuenta con voces conocidas pero la interpretación de ciertos personajes deja bastante que desear. El personaje de Alma está muy mal captado en comparación con el doblaje norteamericano (en ocasiones parece hasta feliz).

Por último citar un problema que no sé si me ha pasado únicamente a mi o es algo general: en la versión de PC, jugando en un 5.1, casi todo el sonido va hacia los altavoces izquierdos y la verdad es que desconcierta.

-Lo que más nos ha gustado:
-Los robots bípedos, que nos recuerdan lo mucho que nos gustaría un Shogo 2.
-El factor ‘acción’. Tendremos pocos respiros y mucha sangre que derramar.

-Lo que menos nos ha gustado:
-La poca profundidad del argumento.
-La dificultad, que es de risa.
-La poca duración del modo campaña.
-El doblaje de Alma.

-Conclusión:
Para concluir, F.E.A.R. 2: Project Origin es un juego que no aporta. Estamos ante lo que podría llamarse un ‘refrito’ de la franquicia, en el que encontramos los tópicos de siempre, y con una historia que decepciona tanto a fans como a nuevos jugadores. Por otro lado, las armas son estupendas y los momentos de acción muy divertidos. A los que les guste la acción sin complicaciones, Project Origin les agradará, pero los que busquen algo más se sentirán decepcionados.

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