Confesiones (de un sociópata): Precios

Money, money, money...
Creamos estar viviendo en un mundo ideal en el que todo el mundo hace lo que debe hacer, ayuda a quién tiene que ayudar, no hacen falta revoluciones 2.0 y la gente no piratea... Tampoco habría distribuidoras, ni nos encontraríamos comprando betas. Lamentablemente no es así.

Cada vez que compro un videojuego en alguna tienda inglesa me veo sorprendido por sus precios, entre un 10 y 30% de diferencia con los españoles. Con una revisión de precios constante. Envío a domicilio a veces gratis, a veces por un módico precio. En cambio en España, esta España de Leyes Sinde y cerrojazo a los P2P rara vez ocurre esto. Es complicado, por no decir imposible, poder comprar juegos en prerreserva con un mísero descuento. Y por supuesto, los juegos no bajan de precio hasta que salen en alguna colección chusquera que permite acceder a estos juegos con un precio competitivo o honrosas excepciones de algunas cadenas de videojuegos en sus tiendas web.

La razón, sinceramente: solo me atrevo a aventurarla, pero no veo impuestos especiales para el videojuego, ni complicaciones en su transporte o distribución, al fin y al cabo son cajitas de cartón que no necesitan refrigeración aunque algunos acaben tostando las consolas. Tampoco entiendo como se manejan los márgenes de beneficio puesto que si en Inglaterra el sueldo medio es mayor y los juegos son más baratos, partiendo del mismo coste de producción... Algo me falla.

Es por esto qué: voto de la silla interrogándome sobre el cómo este dinero se pierde. Me imagino que se donará al tercer mundo o algunas ong's, o puede, ¡sí!, seguro que es allí: se usa para evitar la muerte de focas en el polo norte! La verdad es  que no sé por qué me preocupo por dónde carajo se deciden los precios de los videojuegos cuando todos sabemos que podemos comprar mucho más barato fuera de aquí, sea en UK o en Steam.

Una Alpha de Juego.
 Pero no solo eso sino que últimamente cuando compramos un videojuego nos topamos con una cuasi-Beta llena de bugs y fallos y sin pulir del todo, como el último juego de la saga Total War. O qué decir en consolas con novedades recalentando, más si cabe, nuestras estufas de marca. Todos conocemos más casos flagrantes de esta práctica, que parece se da cada vez más, lanzando al mercado productos inacabados con el objetivo de cumplir plazos y no arriesgar ni un centavo de la inversión. Desde el punto de vista económico puedo entenderlo, pero no comprendo como nosotros, los consumidores, nos permitimos la vergüenza de pagar por productos incompletos y ni siquiera nos sorprendemos al aceptar sumísamente como nos meten un parche con pinchos por toda nuestra dignidad para arreglar algo que compramos en mal estado.

No me dejo de sorprender, en un día de estos, en el que la reflexión ocupa los periódicos, las plazas y el ambiente... ¿Por qué estamos dispuestos a pagar estos precios? 

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