Confesiones (de un sociópata): Hackers

 
¡Tú! ¡Hacker del averno! Maldito seas mil veces por tus actos. Tú, que has profanado compañías como Sony, Epic Games, CodeMasters... Tú, que has hecho que miles de usuarios pierdan sus cuentas del WoW y ahora tengan síndrome de abstinencia. Tú, que me has hecho cambiar la contraseña de mi cuenta de EA. ¡Tú! Pérfido ser que has acabado con la poca confianza que podrían tener los puritanos en el PC... Yo te maldigo.

No solo porque lo mereces, sino porque el daño ya está hecho. La ciberdelincuencia se ha hecho vox populi y ahora si que va preocupar a los grandes poderes. Una cosa era robar vía phising, spam y demás tretas que eran más una estafa que un ataque en toda regla. Ahora nos encontramos a las puertas de entrar en la era del ciber-loquesea ya sea terrorismo, crimen, sexo, sociedad o vete a saber tú qué. En la que vamos a perder libertad. Esa inmensa libertad que disfrutábamos en la web se va a acabar poco a poco. Porque es insostenible. Las carreras armamentísticas se han puesto en marcha, las compañías y los estados que las alimentan se han lanzado en una cruzada anti-hacker que nos va a salpicar a todos. Incluidos los jugadores, foreros y demás personal que accede a la red.

Se lo hemos dejado a huevo y lo van a aprovechar. ¿Os parecía duro el DRM de Ubisoft? Con esa conexión a internet permanente... Preparaos. Ya no solo vamos a tener que dar credenciales de acceso cada vez que pretendamos acceder a nuestro contenido sino que vamos a dar mucho más. El hecho es que el mundo del videojuego, que se encuentra metido en una burbuja económica del copón, tiene dinero a espuertas. Y donde hay dinero, joyas o papel albal que parece plata hay urracas. Un montón de gentuza que se dedica, ni más ni menos que a robar. Nada material, claro, pero si algo muy valioso: información, la misma que codifica tu número de cuenta, las CD-keys de tus juegos, etc... Es decir, un marrón del copón y medio. 

¿Estamos preparados para ello? Yo, sinceramente, creo que no. No solo porque las legislaciones de nuestros países son obsoletas, sino porque la capacidad operativa de los cuerpos de seguridad de los estados se ve muy limitada porque todavía, ni siquiera entienden de que va el juego. Díganselo al patético comisario que "desarticuló la cúpula de Anonymus España". Y así estamos, aunque, si bien es cierto que en España se han introducido tipos de delitos informáticos en la última reforma de código penal, su nivel de eficacia está aún lejos de la lograda en el caso de la pornografía infantil. Queda mucho por hacer.

Así que el usuario de ordenador se encuentra en una encrucijada. Ya nos estaban analizando uno a uno los mensajes de e-mail buscando palabras clave. Ahora la cosa va a ir más allá, porque el riesgo está ahí. Y evidentemente las compañías de videojuegos, con tanto como tienen para perder, están paranoicas. De manera que no es de extrañar que sigan reforzando, nos guste o no, el control sobre los usuarios que acceden a sus contenidos y páginas web. No sabemos lo que deparará el futuro pero con esta cantidad de ataques la cosa no quedará ahí. Ya han empezado los cambios de contraseña obligados, y poco a poco habrá más... Por culpa de unos pocos ladrones, que no activistas ni piratillas de andar por casa, nos vemos así. Ojalá les estallen las Rams en toda la jeta y la pletina del DVD se les clave en todo el huevamen. He dicho.

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