Journey. Primeras impresiones

Hace unos meses, con motivo de la E3 os hablamos de Jorney. Juego del estudio Thatgamecompany que pario los títulos independientes Flow y Flower. Pues bien, la semana pasada pudimos echarle el guante en la Gamefest y nos dejó un sabor de boca… diferente.
Si hay algo que destaca sobre lo demás en las propuestas del estudio Californiano es lo onírico de sus mundos. Con este nuevo trabajo, tal y como apuntamos anteriormente, son capaces de transmitir de forma magistral la soledad, gracias a la enormidad del mundo, la epicidad ante un viaje misterioso con una meta incierta y la quietud o la decadencia con sus escenarios, basados en enormes ruinas, vestigio de una era esplendorosa.

El juego tiene un apartado gráfico destacable. No por sus texturas o su carga poligonal ni nada parecido sino por lo bonito que se ve todo. Tiene un estilo a lo película de animación que plasma con una gran belleza los escenarios y personajes que nos encontramos. Los movimientos del protagonista son fluidos y el continuo ondear de su vestimenta está muy bien recreado. Los efectos de iluminación están muy conseguidos y remarcan de manera muy efectiva la adquisición de un nuevo ítem, la interacción con algún artefacto o la forma de comunicarse mediante sonidos y efectos lumínicos de que disponemos. Destaca también la profundidad de los escenarios y el enorme tamaño de los mismos. Muy bien recreado está el efecto de la arena al moverse con el paso del personaje y la bruma o arena en suspensión que mueve el aire.
Un río de arena... y yo con esta sed
En cuanto a la música hay que decir que tiene una difícil tarea, remarcar los momentos importantes y desaparecer durante la mayor parte del tiempo. Encontrar ese equilibrio es complicado, pero parece que lo han conseguido, resaltando la epicidad del viaje cuando es requerido y abandonando al jugador a su suerte con una melodía que pasa casi desapercibida en los momentos de búsqueda del camino... forever alone.
En cuanto al apartado sonoro, viento, pasos sobre la arena, caidas , movimiento de ropa y demás efectos cumplen a la perfección con su cometido.

Respecto a la jugabilidad, cabe destacar lo intuitiva que resulta su propuesta, hecho que resulta evidente desde el momento en que cogemos el mando ya que no existe un hud ni nada parecido que nos facilite indormación. El stick izquierdo para mover al protagonista y el derecho para la cámara, aunque también podrá emplearse el propio mando inclinándolo a los lados para ello. El movimiento del personaje resulta algo lento, se desplaza sobre la arena con un suave trote que es capaz de hacernos desesperar. Pero ahí está la gracia. Cuando llegamos a lo alto de una duna y nos tiramos por el otro lado, se deslizará por ella como si de un surfero que cabalga una ola se tratase, ganando velocidad y logrando que el desplazamiento sea más divertido. Cuando nos movemos por el escenario de la primera fase, un vasto desierto salpicado por unas cuantas ruinas, llama nuestra atención una serie de pequeños rectángulos que revolotean sobre un punto concreto. Al acercarnos se adherirán al personaje en una especie de pañuelo o bufanda al cuello, dándonos la posibilidad de saltar y planear. Pero ojo, una sola vez, al menos por ahora, ya que cuando lo usemos se gastará y solo lo recuperaremos pasando de nuevo sobre una agrupación de estos elementos. Con esto se consigue que tengamos que pensar muy bien dónde probaremos a saltar o que ruta tomaremos, atendiendo a los saltos que podamos dar. Por cierto que el salto que daremos será muy alto y al caer lo haremos con un suave planeo, pero una vez más de forma muy fluida. 
Hay alguien ahíiiiiii!!!
Una vez que conseguimos esta nueva habilidad nos desplazamos por el escenario hasta encontrar una especie de tiras rojas con aspecto de estandartes y que se encuentran ancladas al suelo, que al ser tocadas de forma continuada recuperaran el brillo y forma originales y nos abrirán la llave al siguiente nivel.

Con el planteamiento visto hasta ahora, es más sencillo comprender la propuesta jugable que ofrece Jorney ya que el siguiente lugar en el que nos encontraremos serán una especie de ruinas con grandes columnas aupadas a gran altura, plataformas a diferentes niveles, recuperadores de salto (esos cuadraditos voladores que mencionamos antes) esparcidos por el escenario y estandartes en el suelo para activar diferentes efectos como activar puentes o abrir puertas. Con todos estos elementos hay que plantearse muy bien la ruta que elegiremos, atendiendo al número de saltos que necesitaremos y a si llegaremos a la plataforma deseada, a los pañuelos que nos recuperan la habilidad, al orden en que activaremos tales o cuales estandartes y así poder llegar a lugares imposibles etcétera.

Hay que aclarar una cosa. Journey no es un plataformas al uso. Hay saltos imposibles, ítems que mejoran la habilidad del personaje y llaves o “palancas” que activar para abrir puertas o conseguir un efecto determinado, pero la propuesta que nos hace escapa a la tensión propia de estos juegos. El desplazamiento es lento o algo más rápido cuando se desliza, pero fluido y relajante a la vez. Los saltos no ocurren con movimientos bruscos ni nada parecido, son delicados y la caída ocurre con un planeo y una voltereta si la caída es desde demasiada altura. La decadencia de los escenarios y su increíble belleza evocan a una antigua civilización sobre la que querremos averiguar más cosas. Incita a la contemplación del mundo,nada invita a la precipitación, el juego transmite un estado de relajación como pocos juegos lo consiguen y eso sin duda es algo que alabar.
Según parece habrá interacción con otros jugadores en el modo multijugador, pero causas evidentes no pudimos probarlo así que ya hablaremos sobre ello en otra ocasión. 
Trailer presentación. Journey

Tal y como sospechábamos Journey es un juego especial. Invita a ser jugado de forma tranquila, disfrutando de su singular propuesta, aceptando el reto de buscar por nosotros mismos el camino, de planear nuestro siguiente movimiento captando la belleza que desprenden sus escenarios, invita a saborear cada instante, deteniéndonos sobre la cima de esa gran duna a mirar el horizonte, a otear en busca de esa misteriosa montaña que nos guía en tan incierto viaje. En definitiva, nos incita a disfrutar jugando.

Disponible para PS3 en 2012.

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