El, a priori, "prometedor" año 2011 ha terminado. Los grandes lanzamientos han tenido su momento de gloria y ya sobreviven, hasta su muerte en forma de descatalogación, en las estanterías de miles de tiendas de videojuegos a lo largo y ancho del globo. La emoción, el "hype", y los trailers molones han dejado paso a la cruda realidad. En este artículo os pretendo hacer un pequeño resumen de las que son para MÍ -y matizo lo de "mí"- grandes decepciones del año, un año que no ha sido tan bueno como me esperaba...
Es posible que me olvide alguno, pero echando un vistazo atrás, supongo que éstos son los grandes juegos que siempre he querido tener a lo largo del año. Veamos: Dead Space 2, Killzone 3, Bulletstorm, Dragon Age 2, Crysis 2, Mortal Kombat, L.A Noire, Duke Nukem Forever, The Witcher 2, F.E.A.R. 3, Deus Ex Human Revolution, Gears of War 3, Battlefield 3, Rage, Batman Arkham City, Uncharted 3, Call of Duty Modern Warfare 3, Skyrim, The Legend of Zelda Skyward Sword y, si no me olvido de ninguno, Assassin's Creed Revelations.No voy a ir uno por uno, sería algo sumamente pesado, lo que voy a hacer es explicar la evolución "de lo que yo me esperaba y el resultado final" según la lista de lanzamientos. Empezamos por lo técnico: id, Guerrilla, Crytek, Naughty Dog, DICE e, incluso, si me apuráis, la propia EPIC prometieron mostrar lo que nunca se había mostrado hasta la fecha en las ya veteranas PS3 y Xbox 360 y, si es posible, demostrar un plus de calidad en sus correspondientes versiones de PC.
Siempre lo he defendido: me encantan aquellos juegos destinados a explotar el hardware de las consolas, superando las limitaciones técnicas y abriendo nuevos horizontes en la mente del jugador. Por desgracia, creo que el único juego que realmente ha conseguido esa meta es Crysis 2, cuyo apartado técnico me parece el mejor, en su conjunto, de la actual generación de consolas. Lástima que nuestra memoria siempre funcione a corto plazo, y Crysis 2 ya se ha olvidado de los posibles candidatos a "GOTY", corriendo la misma suerte sus grandísimos logros gráficos. Por supuesto, todo tiene una segunda lectura negativa, y la gran afectada en este caso ha sido la plataforma PC, con una versión del juego de Crytek "escueta" en sus parámetros gráficos -hasta la llegada de un parche- y con un posterior añadido de las funciones "Directx 11" que, siendo honestos, gozaron de una implementación y optimización discutible.
Rage es un caso particularmente agridulce: una especie de mezcla entre lo mejor de id y la cara más oscura -que no conocíamos hasta el momento- de esta compañía. Rage ha demostrado, efectivamente, que los 60 fps son posibles en consolas con un nivel gráfico aceptable, pero lo que no sabíamos era "cómo conseguirlos" o "a qué precio": una deficiente carga de texturas, tiempos de carga más largos de lo normal y momentos puntuales en los que la resolución de pantalla se reducía hasta la náusea, todo ello, por supuesto, careciendo de casi cualquier filtro que limpie la imagen de los típicos defectillos gráficos por todos conocidos. De nuevo, y retomando el caso de Crysis 2, Rage en PC fue una completa decepción gracias a la particular riña entre id, Nvidia y AMD por los drivers lanzados a destiempo o directamente "no lanzados". El resultado fue una carga de texturas inexistente en algunos casos, pantallazos azules y una optimización de risa, incluso, en PC's relativamente potentes.
Battlefield 3 fue el último caso que merece la pena recordar en títulos multiplataforma. DICE se frotaba las manos con su "meloso" motor gráfico Frostbyte 2.0, donde casi todo era susceptible de ser destruido -interacción total- y el fotorrealismo era y es su seña de identidad. Sin duda, la versión de PC ha cumplido con lo prometido, mostrando un juego espectacular y fantásticamente optimizado, pero parece que ese esfuerzo titánico no ha recibido el mismo trato en las versiones consoleras. "Cuando el río suena agua lleva"; DICE se defendía de las acusaciones de decenas de usuarios que no veían en consolas ese juego que tanto deslumbraba en PC, y a pesar de las dudas iniciales, ha quedado claro que los milagros no existen y que esos usuarios antes mencionados tenían toda la razón del mundo. No pretendo, ojo, atacar a DICE, ya que ellos mismos, con un par de bemoles, hurgaron en la herida que nadie quiere ver abierta: las diferencias entre PC y consolas, a día de hoy, son insalvables para las segundas. Punto. Nada más que añadir.
Uncharted 3, Killzone 3 y Gears of War 3 son el triunvirato de la indiferencia, o lo que es lo mismo: juegos que me han dejado al mismo nivel antes y después de ser jugados. Exclusivos que, supuestamente, descubrirían la potencia oculta de un hardware que ya huele a rancio, la misma cantinela que usaron para vendernos sus tres antecesores, repitiendo ahora estrategia de marketing. Un nivel técnico más que digno, sin duda, pero nada nuevo bajo el sol.
Mi conclusión, hablando de lo púramente técnico, es que ésto se ha acabado: hemos pasado de la mentalidad que pretendía descubrir todas las posibilidad del hardware de la nueva generación, a la que se esfuerza en no encontrarse con impedimentos materiales insalvables; de la ilusión por lo nuevo por descubrir, a la resignación de lo viejo conocido. Las consolas agonizan, y esa agonía ralentiza, incluso, la evolución de la plataforma PC, que durante estos años sólo se ha comido las sobras de sus hermanas de sobremesa. Es la hora de dar el siguiente paso, la próxima generación. Cada día lo tengo más claro.
¿Y en lo referente a lo jugable? Pues la cosa no mejora precisamente. Es evidente que un juego siempre entra por los ojos, pero lo que garantiza que estemos "X" horas pegados al mando/teclado es que, sencillamente, dicho juego funcione en el plano jugable. Mi decepción en este sentido ha sido de órdago, hasta el punto de perder cierta ilusión en este mundillo al que idolatro. Volviendo con el triunvirato de la indiferencia -y añadiendo a la lista Assassin's Creed Revelations- me he encontrado con juegos que ya no saben que ofrecer, o en algunos casos, lo hacen peor que sus antecesores, lo que me hace dudar seriamente si una secuela siempre garantiza más calidad. Siendo honestos, aún no he terminado ni Uncharted 3 ni Assassin's Creed Revelations, pero el hecho de que a estas alturas no los haya superado es significativo de que algo no va bien, cuando Uncharted 2 y Assassin's Creed 2 fueron juegos que me atraparon sin remedio en su momento. Un jugador curtido y comprometido es aquel que, con cada juego superado, gana un nuevo nivel de exigencia, exigencia que funciona como juez, jurado y verdugo para futuras secuelas/entregas. Si el nuevo título no está a la altura del ya novísimo punto de partida, el resultado sólo puede ser el desastre. La reiteración, la sensación de estar jugando a lo mismo de siempre sin que el lapso de tiempo entre una entrega y otra esté justificado son algunos de los síntomas que desembocan en la decepción, a pesar de que desarrolladoras y editoras se empeñan en hacernos creer que no es así.
Questo di pesto
Caso parecido, o incluso peor, es el de Rage. Me da miedo pensar que tras casi cuatro años de desarrollo, la gran id sólo haya sido capaz de hacer lo que ha hecho con Rage, un juego que carece de cualquier tipo de identidad jugable, siendo un popurrí de los clichés del género de los FPS con un final que parece más una tomadura de pelo que otra cosa. La compañía creadora de los FPS pasa a la cola de los imitadores, dejando que sean otros los que hagan evolucionar el género. Todo un jarro de agua fría a pesar de que el juego sí mantiene un más que considerable nivel de calidad.
Pero no se trata únicamente de la fecha de caducidad de las consolas, el daño colateral a la plataforma PC o la nula evolución jugable de tantos y tantos títulos "triple A"; también estoy decepcionado, y mucho, con la prensa, tanto nacional como internacional. No voy a dar nombres, por una cuestión de respeto, pero el exceso de entusiasmo de ciertas publicaciones empieza a sacarme de quicio, donde cada nueva obra maestra atemporal es superada en apenas dos años por otra obra maestra atemporal que, muy seguramente, será superada de nuevo por el puñetero juego del siglo, y así hasta el infinito y más allá. Esta forma de pensar me recuerda enormemente a los clásicos "Real Madrid - Barcelona y viceversa" en el mundo del fútbol donde cada año se juega, por dos veces, el partido del siglo, teniendo 200 partidos del siglo en 100 años - o incluso más si coinciden en otras competiciones-. Los textos que muchas veces justifican tan generosas calificaciones parecen más panfletos publicitarios que argumentaciones serias, ensalzando las virtudes y minimizando los defectos, creando, además, un efecto dominó al que se unen la gran mayoría de publicaciones, coaccionando brutalmente el criterio del jugador a base de desinformarción.
Así que la cosa está clara: la nueva generación ya no es tan nueva, deben llegar vientos de cambio a todos los niveles, y desde luego, gran parte de la prensa especializada os hará creer que todo va bien. La bilis está echada.
3 comentarios:
Muy bueno el artículo. A mi me pasó algo parecido al principio de la generación. Me costaba ver donde estaba lo nuevo y cual había sido la evolución real al cambiar de consolas. Lo cierto es que nunca he llegado a perder esa sensación pero hay algo que cambió en mi, mi nivel de exigencia.
Suelo jugar a aquello que realmente me interesa y lo hago a un ritmo realmente lento. De hecho si un título no me termina de gustar lo aparco y a otra cosa mariposa.
No se, supongo que son cosas de la edad. Me he vuelto más delicado y con el poder adquisitivo adquirido juego a lo que realmente me interesa... que es poca cosa.
Lo mismo creo yo hace bastante tiempo. Desconfío bastante de los "Triple A" con secuelas infinitas sacacuartos que tanto se enaltecen en todos los medios, pero que luego a mi parecer si le quitas toda esa parafernalia de gráficos y marketing te suele quedar un juego del montón, a veces incluso del montón malo.
Este año y el anterior me han decepcionado un montón de secuelas cuya primera parte me había encantado, normalmente por su simplificación: Dead Space 2, Dead Rising 2, Mass Effect 2, No More Heroes 2... Y pocas secuelas me han parecido igual de buenas o mejores que su 1ª parte: el grandioso Portal 2 y Red Steel 2, aunque este último lo tenía muy fácil para ser mejor que el 1º xD
Mi consejo para la gente desengañada con este tema, es que cuando una saga deje de ofrecerte lo que te gusta, directamente la abandones, pues ella te ha abandonado a ti primero. Y a cambio juegues juegos únicos, innovadores, divertidos, profundos, o con "magia", lejos de las superproducciones.
Por ejemplo, un juego que me ha devuelto un poco de esperanza y ha reafirmado esta convicción es Deadly Premonition, un juego que con un presupuesto muy bajo, consigue ser más ambicioso y profundo que la gran mayoría de "juegazos" que salen hoy en día.
Y así se encendieron los fuegos de la lambdainquisición. Totalmente de acuerdo, mi bilis está contigo.
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