Sé que muchos os estaréis preguntando qué narices hace un juego de deporte en una lista de candidatos a SOTY, especialmente en un año en el que aventureros, hombres murciélago, guerreros medievales y picadores de piedras se reparten las opciones a tamaño galardón. Siempre he considerado que la palabra juego lleva aparejada una sensación placentera de diversión, de entretenimiento, e incluso de adicción, de modo que éste no sólo te haga difrutar durante el tiempo que lo estás exprimiendo, sino que además te genere un ánimo casi inmoral de volver a sumergirte en sus propuestas. Es lo que me ha ocurrido este año con Top Spin 4, probablemente el título que más horas de mi escaso tiempo libre me ha absorbido.
La competición fratricida de los juegos periódicos no se limita simplemente al campo de batalla (Call of Duty vs. Battlefield) ni al césped (PES vs FIFA), sino que ésta, aunque en menor medida, también se ha extendido a las pistas de tenis. Así, y aunque haya pasado prácticamente desapercibido para el gran público, Virtua Tennis ha competido a lo largo de más de una década con Top Spin, aunque si la primera comenzó triunfando gracias a la recreativa y a su magnífica conversión para Sega Dreamcast (¡ains, que tiempos!), lo cierto es que en las últimas entregas la balanza se ha ido inclinando del lado de la franquicia de 2K Games, hasta el punto de, en este último caso, dejar en pañales al último título de Virtua Tennis.
Como en toda contienda videojueguil que se precie, siempre ha existido el juego arcade y, por contra, el que apuesta más por elementos de simulación. Top Spin siempre se ha decantado por este último camino, haciendo que el control de los movimientos y las técnicas jugables requieran de un período de aprendizaje exigente, lo que tiraba para atrás a muchos usuarios más orientados a la acción directa y accesible. Con Top Spin 4 se ha levantado el pie del acelerador y se ha optado por un híbrido que satisface las pretensiones de ambos tipos de público, sin hacerlo excesivamente fácil para los más avezados ni demasiado riguroso para los menos exigentes. Con ello se consigue el equilibrio perfecto, gracias a una sencilla curva de aprendizaje que facilita el aprender los conceptos básicos, pero que requiere de una mayor profundización si se quiere llegar a alcanzar cotas altas de perfeccionamiento. Y es que ya no sólo se trata de golpear levemente el botón de ataque cuando la bola se aproxime al jugador, otros elementos como la posición en la pista, la fuerza, el tipo de golpe, la resistencia física y la dirección intervendrán y se tomarán en consideración a la hora de lograr una perfecta ejecución. Se trata de un sistema que proporciona un nivel de exigencia y de entretenimiento que van a la par y que denota la seriedad con la que los programadores se han tomado este juego.
Tendremos a nuestra disposición un plantel de 25 tenistas, todos ellos reconocidos en la ATP, pudiendo jugar partidos individuales o dobles, incluso mixtos (sí, sé lo que estáis pensando, podréis observar el contoneo de las faldas de las féminas en la cancha), y seleccionando entre distintos tipos de pista, así como la dificultad del rival, que puede llegar a ser todo un desafío y que precisará de un gran dominio de los movimientos más avanzados. Como toma de contacto no está de más el acudir a las clases de iniciación que ofrece la "Academia Top Spin" y el disputar partidos de exhibición, con el fin de afrontar las dos grandes bazas de este título: el modo carrera y el multijugador online. El modo carrera no tiene nada de novedoso, nada que no hayamos visto en otros juegos de similar ámbito, pero es tal su capacidad magnética que no pararemos de disputar partidos para ir progresando técnica y popularmente. Así, elegiremos a nuestro antojo la apariencia del personaje, pudiendo convertirlo en un Adonis o en adefesio insociable, y dotarlo de una gran variedad de atributos físicos y tenísticos. A medida que vayamos ganando partidos, superando desafíos y entrenando, iremos mejorando dichos atributos y obteniendo un mayor número de fans, elementos desbloqueables de nuestros patrocinadores (sí, eso que ahora se paga vía DLC) y el reconocimiento de nuestro entrenador. Con ello, Top Spin 4 sumerge al jugador en una espiral adictiva que lo incita a invertir horas de juego, unas horas que inicialmente son muy asequibles y que poco a poco van suponiendo un verdadero reto que implica precisión y concentración en cada golpe.
La precisión y la determinación son claves a la hora de golpear la bola
El aspecto técnico del juego es impecable, desde las cinemáticas de presentación de los jugadores, pasando por las repeticiones, al más puro estilo televisivo, y concluyendo con las animaciones, muy trabajadas y que recrean a la perfección la sensación de esfuerzo de un tenista. En este sentido, estamos ante uno de esos títulos que por su fiel reflejo de la realidad enamoran a nivel gráfico, sin que ello implique un descuido en sus apartados jugables y de control. La música es olvidable, pues sólo tiene acto de presencia en los menús y en las pantallas de carga, llegando a hacerse muy repetitiva, por lo que su valor es meramente funcional, mientras que los efectos de sonido son soberbios, donde no faltan sonidos como el golpeo de la bola, el bote, los gritos de los tenistas y el ánimo enfervorizado del público, así como las decisiones y comentarios del juez de silla. Vamos, como estar en un partido real.
Por último, su otro punto fuerte es el modo multijugador online, y probablemente es donde Top Spin 4 saque las uñas. Muchos fueron los problemas de lag que arrastraba la saga Virtua Tennis, y que provocaban que jugar un partido online en ocasiones se pudiera convertir en una lotería, lo que empañaba el resultado general de una franquicia que, en el modo exhibición era puro arcade y diversión a raudales. Afortunadamente esto no ocurre en Top Spin 4, y disputar un partido en esta modalidad ofrece todas las garantías de estabilidad exigibles. Si a ello le sumamos la posibilidad de jugar partidos de dobles, la diversión se cuatriplica, lo que convierte a este modo en la opción más disfrutable, no sólo por su ánimo social, sino también por la velocidad y el ritmo frenético al que se disputan los enfrentamientos.
Jugar a dobles en Top Spin 4 es una auténtica gozada
En definitiva, Top Spin 4 parece haber alcanzado el techo de perfección que todo buen juego de tenis persigue, y salvo las innovaciones jugables que los nuevos controles de movimiento aportan (y que este título ya incorpora gracias a Move para PS3), dudo que en sucesivas entregas se pueda mejorar las propuestas de esta franquicia que ha sabido desbancar a su rival en un terreno reservado para unos pocos pero agradecido por esa inmensa minoría. Una vez dicho esto, ya podéis seguir matando dragones.
1 comentarios:
que quieres que te diga , yo lo tengo y el online los primeros meses era injugable ahora parece que va mucho mejor , pero es imperdonable después de tanto tiempo.
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