Atari (2ª parte): Todo vale



[...] Bushnell no tardó en alquilar una vieja pista de patinaje fuera de servicio para instalar allí su fábrica y contratar mano de obra no especializada en la oficina de empleo. Nada podía detenerle. Estaba decidido a producir Pong en serie, llegando incluso a afirmar que antes de acabar el año estarían saliendo 100 máquinas diarias por la puerta de su empresa.
Y así fue. Para navidades de 1972 habían vendido más de 9.000 unidades de Pong y se habían convertido en una empresa boyante en la que todo el mundo se fijaba.

Tal es así, que los clones de juegos creados por ATARI empezaron a suponer un verdadero problema. Ted Dabney llegó al punto de no ver muy claro el futuro de la empresa ante tantísima competencia y decidió retirarse a tiempo vendiendo su mitad a Nolan, que se hizo en 1973 con el control total y la libertad creativa que necesitaba para explorar nuevas vías de negocio en la industria.

Sin comentarios...
Claro, que lo que no queda muy “limpio” en esta parte de la historia es el hecho de que la mayor competencia de Nolan y Ted fuera una empresa aparecida de la nada llamada Kee Games que llegó a acaparar junto a ATARI gran parte del mercado hasta el punto de presentar en 1974 un juego, Tank, cuya exclusividad por primera vez hacía frente al pequeño reinado de nuestros chicos.
En 1974 se descubriría el pastel. Kee Games no era otra cosa que una creación secreta del propio Nolan junto a su amigo Joe Keenan fundada el año anterior para cerrar las puertas a otras empresas emergentes y ahuyentar a la competencia del sector.
El escándalo desde luego estaba servido, pero la jugada había resultado ser todo un éxito y tras la fusión de ambas casas ese mismo año, ATARI pudo comercializar Tank bajo su sello, siendo el amigo Joe ascendido a la presidencia del gigante.

Tank es sin duda una de esas genialidades injustamente olvidada por a industria del videojuego
Pong estaba presente en todos los garitos de los E.E.U.U. para finales de año, pero los ingresos que generaba de los jugadores no iban a manos de su creador (apenas el 30% de los Pong instalados pertenecían directamente a ATARI) y para más INRI la competencia arreciaba con máquinas clónicas a precios reducidos. El sueño de Nolan empezaba a tambalearse a ojos del mundo, pero no para la mente inquieta de nuestro protagonista, que ya trabajaba junto a Alcorn en un modelo del juego lo suficientemente reducido para que pudiera disfrutarse en la comodidad del hogar. Su nombre en clave: Darlene (Nolan acostumbraba a poner nombres en clave a sus juegos inspirados en las trabajadoras de la empresa).

En 1974 apareció por ATARI un joven jipioso de carácter difícil y sin ningún conocimiento particular de la industria pidiendo trabajo. Steve Jobs no tardó en mostrarse demasiado problemático y Nolan decidió inventar un turno de noche para él solito en el que no creara problemas con el resto de sus compañeros. Duró apenas unos meses, el tiempo necesario para poder organizar un pequeño retiro espiritual por la India.

Una oferta que no podrás rechazar...
Pero volviendo a nuestra historia original, ya en las navidades de 1975, Darlene se había materializado en el primer Pong doméstico. Curiosamente el aparato en cuestión no terminaba de encontrar su sitio en el mercado. Ninguna juguetería o tienda especializada quería comercializar el juego hasta que finalmente recabó en la sección de deportes de la cadena de almacenes Sears. Bajo el sello SEARS TELE-GAMES Atari recibió el encargo de 150.000 unidades del juego en aquel cambio de año. Supuso un éxito sin precedentes para la compañía, que tuvo que cambiar de instalaciones para hacer frente a la demanda del producto más exitoso de aquel año y ampliar la oferta con juegos como Stellar Track y Submarine Commander.

Esto podría considerarse casi un +18
Steve Jobs, que para entonces había regresado de su periplo, trabajaba en aquella época a las órdenes de Alcorn, encargado de mejorar el diseño de un nuevo videojuego que estaba desarrollándose. La oferta incluía 750 dólares por el trabajo más 100 dólares adicionales por cada circuito integrado que fuese capaz de eliminar. 
Jobs regresó a los cuatro días con un diseño que reducía a la mitad los 100 circuitos originales de Breakout, con lo que se embolsó 5.750 dólares en pocos días sin apenas esfuerzo, dado que el trabajo realmente lo había realizado su viejo amigo Steve Wozniak, con el que repartió la mitad de los 750 dólares del encargo (Jobs ocultó a su compañero el plus de 5.000 dólares que acababa de embolsarse).

¿Quién diríais que es el inocente de esta foto?
Breakout saldría al mercado en Mayo de 1976 con el diseño original de 100 circuitos integrados. Resulta que los ingenieros de ATARI no terminaron de comprender nunca el trabajo de Wozniac, o según la versión “oficial”, su fabricación en serie resultaba demasiado complicada. En cualquier caso, el juego terminaría siendo la inspiración para el primer virus de PC, pero eso es otra historia... 
En cuanto a Jobs y Wozniak, es de todos conocido que dejaron ATARI en 1976 y fundaron Apple después de que su jefe Nolan Bushnell rechazara una oferta para ser socio en la nueva empresa a cambio de la aportación de 50.000 dólares de capital.

Breakout
Nolan era un avispado hombre de negocios que triunfaba con sus juegos domésticos y Coin-Ops, sin embargo su mente preclara no supo atisbar el impacto que Apple I llegaría a tener en la sociedad. Tal vez fuera porque tenía otras preocupaciones, porque veía grietas en su negocio, porque no estaba plenamente satisfecho con la industria que había originado. Por lo que fuera... El caso es que algo le rondaba la cabeza.

Y es que la demanda respondía a modas muy puntuales y ATARI dependía demasiado de la genialidad de los juegos que creaba para su subsistencia. Bushnell se dio cuenta en seguida de que tal y como se estaban desarrollando los acontecimientos no tardaría en aparecer una compañía con un producto suficientemente impactante como para sacarle del mercado. Urgía dar una nueva vuelta de tuerca al mundo de los videojuegos y el futuro estaba en el camino seguido por Mangnavox Odyssey y su sistema de juegos caseros intercambiables que llevaba comercializándose desde 1972. O Más aún, en la recién aparecida videoconsola con cartuchos Channel F (Agosto de 1975) de la empresa Fairchild Semiconductor. Para colmo Ralph Baer, fichado por Coleco, trabajaba incansable en productos que competían ferozmente con los juegos de ATARI.

Hail to the King... Baby
Stella resultó ser el nombre en clave del nuevo proyecto de ATARI. Una consola destinada a cambiar para siempre el mundo de los videojuegos y que a la postre desterraría a Nolan Bushnell de su amada compañía.

Continuará...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

como siempre muy brillante, aportas datos muy concisos y puntuales, espero la continuación del articulo. Sigue así.

mosqui dijo...

De todo lo leído me quedo mayormente con que Jobs era un jeta y un trepa. xD

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