Con el auge
de los Smartphones, no sólo
como dispositivo multimedia, sino también como pequeña plataforma
de videojuegos, hemos podido ver a pequeños desarrolladores crecer
de un modo inimaginable vendiendo juegos muy sencillos y entretenidos
a precios de menos de un euro. Y como no, las grandes compañías
también han buscado subirse al carro, como es el caso de EA.
En
el mundo de Mirror's Edge, la influencia gubernamental del flujo de
información es total. En el futuro, el gobierno controla los
movimientos de todos los ciudadanos por las calles y examina toda la
información que se transmite por vía telefónica, digital... la
privacidad es casi inexistente. Opuestos a este control, los llamados
Runners son mensajeros
que se dedican a transportar información mediante su transporte
físico a través de rutas por tejados, edificios en obras,
alcantarillas... mediante el uso del parkour,
evitando así que los poderes públicos conozcan dicha información o
su existencia.
El juego nos pone de nuevo en la piel de Faith, en una aventura en la
cuál una facción de Runners estaría llevando a cabo ataques
terroristas, provocando una persecución indiscriminada por parte de
la policía y permitiendo incluso el uso de fuerza letal para acabar
con todos ellos.
Para empezar, es importante destacar que en ningún momento se
intentó mimetizar el juego de sobremesa. Mirror's Edge iOS es un
juego completamente nuevo en casi todos los aspectos, además pensado
para jugarse cómodamente en una pantalla táctil.
El juego se nos presenta en un formato de plataformas 2D por el que
deberemos avanzar corriendo y sorteando obstáculos y enemigos que
encontremos por nuestro camino. A medida que avancemos, algunos
niveles nos permitirán avanzar por otras vías y caminos que
intentar dinamizar los casi idénticos niveles que forman el juego.
Aun así, el juego cuenta con un buen aliciente para rejugar los
niveles, dado que el juego nos propone desafíos que al ser
completados nos desbloquearán escenarios y artwork en forma de
fondos de pantalla.
Los controles son increíblemente sencillos, aunque sí algo
complicados de dominar al máximo, permitiendo realizar todos los
movimientos disponibles con un solo dedo. Faith se mueve sin parar en
la dirección hacia la que realicemos una pasada, adquiriendo
velocidad y empuje (algo muy significativo al saltar) con el tiempo.
Con una pasada hacia arriba salta, y con una pasada hacia abajo se
deja caer a una plataforma inferior, cae haciendo una voltereta en el
suelo si estamos en el aire (negando el daño de caída) y se desliza
por el suelo hasta que le indiquemos que pare con una pasada hacia
arriba. En combate, podremos noquear a los enemigos deslizándonos
por el suelo, desarmándolos con una llave de artes marciales con una
pasada en la dirección en la que estamos corriendo o con una patada
voladora si estamos en el aire.
El juego cuenta con gráficos en 3D para modelos y escenarios, con la
cámara fija en nuestro personaje. El diseño conserva el espíritu
del juego original, con edificios lisos, simples y monocromos
(principalmente blancos), salvo por los objetos rojos que nos
designan el camino a seguir, como una pista de aterrizaje iluminada
de noche durante una ventisca; que encaja perfectamente con el
contexto en el que ocurre todo.
En cuanto al sonido, los efectos son resultones y la banda sonora es,
si no la misma que la del juego de sobremesa, muy parecida y con
algunas canciones en común.
En
definitiva, un juego sencillo, cumplidor y entretenido que bien vale
los 79 céntimos por los que lo podéis adquirir en la App
Store.
1 comentarios:
Esta bueno y vale la pena por lo que cuesta.
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