SOTY 2013: Rayman Legends







¿Cómo mejorar lo inmejorable? Posiblemente esta es la pregunta que se formuló Ubisoft Montpelliere y su encargado, Michel Ancel, al terminar el desarrollo de la primera parte, “Rayman Origins”. Un Michel Ancel que, por cierto, es una de las mentes más brillantes de la compañía gala. Precisamente de esa imaginación (y su buen rollo) salieron juegos como el primer “Rayman” o el gran “Beyond Good and Evil” hace ya dos generaciones. 


 Sí, Rayman es un pollo; ya descubriréis porqué.



Cuando te pones a los mandos de este  “Rayman Legends”, todo resulta familiar. Los controles, prácticamente perfectos de por sí, apenas han sido modificados para no empañar la experiencia que vivimos en 2011 con “Origins”. Pero desde Ubisoft Montpelliere si que han decido dar un alto adelante tanto en el apartado técnico como el artístico.  “Rayman Legends” es más oscuro que su antecesor. Pero no por ello es más feo, al contrario, incluso diseñando monstruitos de las profundidades del infierno, Ubisoft Montpelliere es un estudio lleno de  auténticos fenómenos de la animación y el diseño de personajes.
Como decía, es un “Rayman” más oscuro y épico; pero por nada del mundo se desprende de ese humor, buenrollismo (llámelo X) que hacía de “Origins” un juego especial sin ninguna posibilidad de discutir esta última parte.  



 El que no vea un homenaje a "Super Mario Bros", que tire la primera piedra.

Hablando del apartado gráfico, “Rayman Legends” ha sido remodelado con elementos en tres dimensiones, sobre todo en los jefes finales, que dota al juego de una nueva dimensión de posibilidades estéticas. Pero insisto, esta inclusión de elementos y personajes en tres dimensiones no altera la experiencia jugable, es más, estoy seguro que  desde el estudio podrían haber optado perfectamente por presentar a los jefes finales de la misma manera que en “Origins”, en dos dimensiones. 

Una vez te adentras en los mundos de “Legends” vas dándote cuenta de la importancia de un buen diseño en un videojuego. Hablamos de niveles rápidos (frenéticos en muchos casos) donde vas a ver cien mil millones de elementos por pantalla moviéndose al son de la música y todas con unas animaciones asombrosas; pero también hay cabida para esos niveles más lentos donde hay que pensarse cada salto antes de ejecutarlo. 
Conforme vas completando las fases, el jugador se va percatando de la pasión de Ubisoft Montpelliere por los detalles. La conclusión a la que llegué es la de que el estudio ha realizado unas de las acciones más nobles que se puede hacer en una secuela, mejorar lo que parecía un lastre en la precuela. En “Rayman Legends” no hay prácticamente niveles acuáticos. Soy de los que, en muchas ocasiones, consideran estos niveles tediosos y un verdadero trámite para seguir. Pero resulta que en “Legends” incluso los niveles acuáticos me han enamorado. ¿Cómo puede ser? Ubisoft sabe que para mantener la atención del jugador debe mantener el asombro de este en cada momento. Para ello, revoluciona los niveles acuáticos introduciendo una serie de elementos (que deberéis descubrir) para que el jugador se asombre en estos niveles. En el momento en que juegas estos niveles y los completas te das cuenta que estás ante un juego donde todo está calculado al milímetro, podríamos decir que “Rayman Legends” es un juego de diseño dentro de los plataformas. Un juego que atrae incluso a aquellos que no están jugando. Más de una vez me ha ocurrido que gracias al apartado sonoro del juego, mi cuarto ha terminado llena gente interesada en ver el juego. 



 Este nivel se hace llamar "The Amazing Maze" y os puedo asegurar que posee uno de los diseños más brillantes que recuerdo en los últimos años.

Leía en “Joystiq” la review y el redactor decía que es el típico juego de plataformas en el que llamas a familiares y amigos para que te vean jugar y finalmente, incluso aquellos que no juegan acaban entreteniéndose. Sobre todo en esas maravillosas fases musicales donde hay que saltar, aporrear y deslizarte en el momento preciso siguiendo las pautas rítmicas de la música. Una delicia para los oídos, la vista y los dedos. Una vez terminas el juego, se desbloquea un mundo musical donde juegas a todas estas fases en versión 8-bit. Sinceramente, no sé con cual quedarme, si con la versión instrumental o en 8-bit. Porque ambas versiones son un gozo. 

Una vez acabas “Legends” te invade una sensación muy dulce, pero lo mejor de todo es que incluso viendo (y rompiendo) los títulos de crédito finales, el jugador tiene esa sonrisilla en la cara. Una sonrisilla que te indica que estás ante un juego sin igual. Merece, por tanto, estar entre los elegidos a SOTY 2013. Quizá no sea el mejor juego de la lista (de hecho no lo es), pero sin duda estamos ante un juego que cumple con la misión que se propone (o debería proponerse) un buen videojuego, divertir al que lo juega.

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