Especial: Mis juegos favoritos del Oeste (I)

El mundo se divide en dos categorías: los que tienen revólver cargado y los que cavan. Tú cavas.
El bueno, el feo y el malo (Sergio Leone, 1966)

Con ocasión del reciente lanzamiento del juego de Rockstar Games "Red dead redemption", la redacción al completo de El Complejo Lambda ha decidido realizar un estudio conjunto sobre la adaptación de la rica temática western en el campo del videojuego, exponiendo cada uno de sus miembros aquellos títulos que, por una u otra razón, más le hayan llenado o que, simplemente merezcan ser recordados por sus virtudes y méritos. Esta recensión no pretende ser un análisis exhaustivo y pormenorizado de la totalidad de juegos que abordaron esta apasionante y olvidado género que tan productivo fue tiempo atrás en las lides cinematográficas, sino una visión particular y estrictamente personal de reivindicación de aquellas obras que, independientemente si han resistido o no el paso del tiempo, son dignas acreedoras de un lugar en nuestra estantería videojueguil. Así que enfundaos las pistolas, coged algo de tabaco de mascar y descuidad por unos días (o semanas) vuestra higiene personal, bienvenidos al apasionante mundo del Lejano Oeste americano.

 Express Raider (1985)

En plena época de auge de las recreativas, en cuyos salones invertíamos horas y horas de nuestro ocio y una ingente cantidad de monedas de 25 pesetas, Data East dio el pistoletazo de salida a mi conocimiento del western en el videojuego, gracias a "Express Raider", también conocido como "Western Express". 

"Express Raider" combinaba la acción directa con la sencillez y la adicción de forma magistral, aunque bien es cierto que se trata de un título que ha acusado gravemente el paso del tiempo, y su exhibición a las nuevas generaciones de jugadores puede resultar totalmente un vano ejercicio de nostalgia. No obstante, es digno de mención recordar que Data East fue una de las más prolíficas y exitosas desarrolladoras de videojuegos para recreativa arcade (¿quién no recuerda "Dragon Ninja", "Robocop" o "Joe & Mac Caveman Ninja"?), lo que aportaba ese grado de credibilidad a una empresa que supo aprovechar el potencial técnico de las placas de las máquinas de salón. 


El juego poseía un clásico scroll lateral, aunque combinaba, de forma intermitente, dos tipos de fases, aquellas a pie, al más puro estilo beat'em up, y otros a lomos de nuestro fiel caballo. Su estructura repetitiva quizás era el mayor handicap del juego, pues la mecánica siempre era la misma, y los escenarios se repetían una y otra vez. Así en las fases impares, tras una breve pelea con el jefe de estación y unos coyotes, subiremos a lo alto del tren para enfrentarnos, vagón a vagón, con diversos enemigos, algunos de ellos armados y otros no. Esta es una de las curiosidades del juego, y es que en estas fases nuestros puños serán nuestra única arma, algo curioso en una época donde pocos eran los que no disponían de un colt en sus fundas. Además, la dificultad se agrava cuando encontramos obstáculos, como vallas y carteles, que debemos esquivar si queremos evitar que nuestra barra de energía se consuma con mayor rapidez.




Por otro lado, en las fases pares montaremos a nuestro caballo, y esta vez sí que estaremos armados. Nuestra misión será la de eliminar seis enemigos por vagón y evitar ser alcanzado por las balas rivales, siendo el verdadero lastre de estas fases la lentitud con la que se desplaza el corcel. La mecánica recuerda a clásicos del género como "Cabal" y la dificultad en ciertos tramos es realmente alta, pudiendo llegar a la desesperación (recordemos que es un arcade y la intención es puramente recaudatoria).




A nivel técnico el juego ha quedado desfasado, y a nivel de sonido cumplía sin más, a pesar de que sólo disponía de una pista musical que sonaba en las fases a caballo, así como breves jingles entre fases y en la pantalla de game over. Sus virtudes radicaban en adicción y en su dificultad, que invitaba, a nivel de reto personal, a reintentar una y otra vez acabar este juego breve, pero muy intenso.

Gun Smoke (1985)

Mucho antes que existieran los contenidos descargables y la saga "Street Fighter" se conviertiera en un símbolo de adoración, la compañía nipona Capcom invirtió todos sus esfuerzos en crear juegos para recreativa donde la violencia era la principal protagonista. Todos recordamos su explotación del beat'em up en 2D con títulos como "Final Fight", "Cadillacs and Dinosaurs", "Captain Commando", "Knights of the round", etc. Pero, con anterioridad, Capcom se sirvió del clásico scroll vertical típico de los primeros "matamarcianos" para adecuarlo a un sistema de juego desafiante, exigente y muy adictivo. Así surgieron "1941", "1942", "1943" y "Gun Smoke", que usaba sabiamente la misma mecánica de juego pero con una temática y ambientación distintas.

A estas alturas pocos serán los que no conozcan la existencia de este juego, ya que de la recreativa fue portado a multitud de plataformas, tanto en consola como ordenador, y hoy sigue siendo uno de los juegos de referencia en el género. "Gun Smoke" bebía de las fuentes más clásicas para, mediante un ingenioso lavado de cara, trasladar la esencia del mata mata espacial al género western.

"Gun Smoke" ponía a prueba los reflejos del jugador, quién debía moverse por toda la pantalla evitando los disparos de los enemigos, a medida que automáticamente avanza el scroll, contando tan sólo con tres direcciones para poder disparar, diagonal izquierda, centro y diagonal derecha (algo que supuso un salto cualitativo y jugable con respecto a los videojuegos de matamarcianos). A lo largo del juego podremos recoger power ups y la posibilidad de montar a caballo, lo que incrementará la velocidad del jugador. 


El desarrollo de "Gun Smoke" es tradicional a más no poder. Deberemos avanzar por poblados típicos, ríos, junglas hasta enfrentarnos a un final boss que requerirá de nuestra fina pericia para poder abatirlo, así como una ingente cantidad de disparos. En ocasiones podremos vernos saturados por la gran cantidad de balas que pueblan la pantalla, y que hacen de este título un desafío para los más hardcore. Como curiosidad cabe decir que la recreativa de este juego era una de las pioneras en incorporar más de dos botones, y es que en este caso disponía de tres, necesarios, obviamente para las direcciones de disparo.
A nivel técnico "Gun Smoke" luce, en su versión arcade, espléndidamente, a pesar de su aparente simplicidad. La ambientación y la recreación es uno de los puntos a favor de este título, si tenemos en consideración que hablamos de zonas áridas y poblados semivacíos, y en el apartado sonoro destaca sobremanera, con unas pegadizas músicas y unos efectos sonoros discretos pero efectivos. Quizás como aspecto negativo podría apuntarse la poca variedad de enemigos y el síndrome copia y pega, aquí por desgracia muy presente.

Con todo, "Gun Smoke" es una joya clásica atemporal que merece especial atención y que potencia al máximo el sentido del desafío, basándose en esquemas tradicionales y quizás arquetípicos, pero muy bien combinados y plasmados en pantalla. Aquellos que quieran recordarlo o descubrirlo, lo pueden hacer desde aquí.




Sunset riders (1991)

Hubo que esperar mucho, cambios de generación incluidos, para que otro título con inspiración western colmara las ansias de muchos fanáticos del género. En este caso fue Konami quien efectuó un brillante homenaje al spaghetti western con el mítico "Sunset Riders", y que supo darle un nuevo enfoque, sin olvidar sus asentadas bases, a una temática caduca y de poco interés para gran parte del público.


Ya desde su intro, "Sunset Riders" dejaba boquiabierto al jugador, combinando un estilo visual muy colorista, propio de dibujos animados, que había ya desplegado en títulos como "Teenage Mutant Ninja Turtles" o "The Simpsons", con secuencias propias del cine bufo de western hispanoitaliano, acompasado de una música que bien podría haber sido firmada por el mismísimo Ennio Morricone. Con ello ya se había ganado al jugador.



"Sunset Riders" era un juego de scroll lateral que adaptaba la mecánica de clásicos de la compañía japonesa como "Contra" y lo elevaba un peldaño más gracias al sistema cooperativo. Y es que en la versión arcade original hasta cuatro jugadores podían compartir partida en un frenético ir y venir de balas sin que las limitaciones de la pantalla supusiesen ningún tipo de molestia, aumentando la sensación de diversión y frenesí el hecho de la inexistencia del fuego amigo y la munición infinita, algo que otorgaba plena libertad de movimiento y evitaba la preocupación de la administración del armamento, aumentando así el ritmo, un tanto alocado, del título en cuestión. Sin lugar a dudas éste, el modo cooperativo, era el punto fuerte del juego, ya que el nivel de adicción y entretenimiento descendía varios enteros en el modo un jugador, sin a pesar de ello, resultar ni mucho menos tedioso ni falto de carisma ni personalidad propias.



El título ofrecía una jugabilidad muy adictiva, que invitaba no sólo a terminar el juego en una sola sesión, sino a rejugarlo inmediatamente despúes, independientemente que no ofreciese novedad alguna en esa nueva partida. Su magnetismo innato y su cuidado apartado visual (es uno de esos juegos que "entran por los ojos") le hacen merecer un puesto de honor dentro del poco trillado mundo del western en los videojuegos. La posibilidad de desplazarse entre dos alturas (al más puro estilo "Rolling Thunder"), los enfrentamientos con los jefes finales, las fases a caballo, la creciente y ajustada dificultad del título, y su pegadiza música hacen de "Sunset Riders" un juego altamente disfrutable que, a pesar que en versión consolas perdía algo de fuelle por sus recortes jugables, resulta aún a día de hoy una obra maestra y uno de esos juegos que, sin perjuicio de no suponer una innovación revolucionaria a nivel de argumento y desarrollo, su espléndida ambientación lo dotan del atractivo que un título de estas características merece poseer.

5 comentarios:

pamundi dijo...

Muy bueno, tenia pensado hacer algo asi para el proximo numero de Games Tribune pero ahora ya me da palo ... Enhorabuena y esperando la continuación.

Víctor Fernández (Gen.Harris) dijo...

Qué grande eres Angus. Una vez más me he perdido en tus palabras. Leer artículos tan apasionados dan ganas a uno de escribir y jugar (una combinación interesante).

Enhorabuena.

Unknown dijo...

Pedazo currote te estás marcando, Angus.
La verdad es que aunque no lo parezca, el género del oeste ha sido bastante explotado en los videojuegos. Sobretodo antaño, da gusto conocer estos juegos de la mano de tu prosa.

Angus dijo...

No hay nada más gratificante que escribir sobre algo que realmente te llena y te gusta, y más aún si los lectores son tan agradecidos como vosotros. AL igual que Charlton Heston, pero en versión pacífica, dejaré de escribir cuando me arrebaten mi pluma (no penséis mal) de mis frías y muertas manos, XD. Gracias a todos.

Jorge Peral dijo...

Gran artículo. Los 2 primeros juegos no los conocía, y el Sunset Riders lo descubrí este año.
Qué grandes arcades había antaño.

La temática del oeste me encanta, y como ya dije en reiteradas ocasiones, es una pena que no se explote tanto a día de hoy. Pueden salir cosas muy buenas.

Me has dado ganas de jugar, Angus! Creo que no hay artículo tuyo que no lo haya conseguido :P

Publicar un comentario