Un "vendeconsolas" para una consola que carecía de un pasado en el que poder analizar su trayectoria. En el año 2001 Microsoft Game Studios publicaba un juego que tenía el dudoso honor de sacar toda una máquina con corazón de PC adelante, y digo dudoso honor de forma poco gratuita, un fracaso hubiese significado una importante mancha en el estudio encargado de dar vida al Jefe Maestro, Bungie.
La saga Halo ha sufrido de un continuo discurso grandilocuente por parte de los medios que ha ensalzado unos títulos que pecaban de intentar abarcar más de lo realmente necesario para sorprender al usuario. Dar al público lo que quiere y más, sin importar si es lo correcto, ha sido la bandera a seguir en entregas posteriores a Halo: Combat Evolved, hipervitaminando continuamente una oda que ya de por sí dejaba de lado el contenido para centrarse en una acción cegadora y llena de colores estridentes por todo el escenario. Es de todos sabido que cuando el contenido, el guión , y el alma de una historia es discreta a la par de pobre y vulgar, el resto del envoltorio debe ser efectista e inesperado para mantenernos pegados al pad gracias a giros de trama manidos pero populares y habituales en esto de entretener al respetable. Halo: Combat Evolved lo hacía bien, más que bien incluso... No pasó así con sus continuaciones.
Halo 2 rompía el dinamismo de la primera entrega complicando la trama de un guión bifurcado que aparentaba ser bueno cuando en realidad era denso, pesado y mal contado. Las intrincadas historias de corrupción y fanatismo presentes en el Covenant eran necesarias para hilar los acontecimientos y saber el porqué de sus actos, pero las desventuras del Inquisidor, ese nuevo personaje que podíamos controlar en la mayor parte de Halo 2, eran más tediosas que agradables y muchos echábamos de menos durante estos momentos volver a pegar tiros con el SPARTAN-117. Con todo, la secuela de Halo fue un buen juego que nos permitió vivir algunos momentos que no se perderán en el tiempo.
La tercera y última entrega publicada con el jefe maestro como protagonista fue un producto fan service que se precipitaba por un abrupto clímax tan rápido como olvidable. Mucho de lo que contaba Halo 3 sonaba a repetitivo, pues carecía de los elementos necesarios para sorprender. El eje central de la historia no hacía mas que estirar lo que ya se había contado en la segunda parte, dejando la sensación de ser más un capitulo extra que un juego con espíritu y personalidad propias. Sin embargo, y a pesar de los defectos mencionados, el juego no engañaba a nadie, dando lo que muchos esperan de un título como éste, diversión cooperativa y un multijugador siempre atrayente.
Halo Reach supuso el colofón final, el canto de cisne de Bungie para con la saga Halo. Un juego de argumento tramposo y sensiblero, que sin embargo lograba alcanzar la excelencia en algunos momentos de su desarrollo gracias a un tono oscuro y triste, con un final para el recuerdo. Nadie olvidará al Noble Team. Todos recordaremos Reach.
Y llegamos al anuncio tan esperado por muchos. Halo 4 ha sido oficialmente terminado y ha entrado en su fase gold para su producción en masa. Desde 343 Industries no han cesado las voces que hablan la humanización del jefe maestro, algo que en principio puede chocar con el actual planteamiento. La falta de carisma es, en parte, lo que le dota de personalidad y misterio al SPARTAN-117. Manejamos a alguien creado para la guerra, y la exigencia contemporánea de otorgar pasado y futuro a los héroes de videojuegos puede matar esa fría personalidad del protagonista de esta franquicia.
Mientras aguantamos la espera ya podemos ver un buen puñado de nuevas imágenes del juego junto al anuncio de 2 nuevos vehículos, el Mammoth (transporte de tropas) y el Manthix (una especie de mecha), además de un nuevo mapa multijugador llamado Complex.
2 comentarios:
Esta es una saga que despierta en mí un amor odio incomparable. Amor para con el universo creado, los spartans y su mitología, Reach, el Covenant, Cortana. Todo me parece lo suficiente profundo y con la suficiente chicha para hacerme jugarlos. Odio por un sistema jugable que más allá de atraerme y hacerme jugar y jugar me llevó al tedio y a la necesidad de buscar un compañero de aventuras a pantalla partida para saber de las andanzas del Jefe Maestro. De hecho mi favorito es Halo: ODST. Pieza intimista y alejada de la mecánica Halo tradicional que premiaba el ataque táctico y muy estudiado (es la impresión que a mí me dio).
Resumiendo. No espero la cuarta entrega aunque probablemente la compre y la juegue (cuando baje de precio).
Me alegra que menciones Halo: ODST, ya que lo he dejado apartado por ser considerado una ¿expansión?
Para mí es una saga que debe jugarse. Me gusta, mucho además. Pero tras eso me temo que, salvo Halo: Combat Evolved, ninguno de ellos ha marcado la historia del videojuego como hicieron otros FPS. Como el primero ninguno.
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